Ayer el Partido Revolucionario Institucional (PRI) registró a los ocho candidatos que buscarán las diputaciones federales el 7 de junio. Y con ello se formalizó la lista de suplentes que los acompañarán en ese camino.
En el distrito I, a Yahleel Abdala Carmona la secundará Claudia Janeth Ochoa, una joven de Miguel Alemán con breve recorrido político. En ese sentido, empata a la perfección con la titular de la candidatura.
La suplente de María Esther Camargo en el distrito II, será la doctora Magín Pereda Martínez, quien ha ocupado cargos intermedios en la Secretaría de Salud.
Igual que en el caso del distrito I, de experiencia política, poco o nada.
El diputado local, Ernesto Robinson Terán, acompaña en su fórmula a Édgar Melhem por el distrito III.
Mientras que en Matamoros se confirmó que Pedro Luis Coronado resistió el temporal y fue registrado junto a Jesús de la Garza Díaz del Guante.
El PRI, pues, repite la fórmula que ya fue derrotada en el 2013.
José Ángel Cárdenas Castillejos será el suplente de Miguel Ángel González Salum en el distrito V, y Julio César Portales acompañará a Alejandro Guevara Cobos en el VI.
En el Sur, Esteban de la Portilla (sí, es nieto de Genaro de la Portilla) va con Esdras Romero y a Mercedes del Carmen Guillén Vicente le eligieron a Elsa María Tamayo Cárdenas, una mujer famosa por su labor social en el puerto, pero alejada por completo de la vida política de aquella región.
Salvo algunas excepciones, la constante en los cuadros elegidos como suplentes es el bajo perfil. En ciertos casos incluso, rayando en la intrascendencia.
Ninguno de ellos, queda claro, opacará a los candidatos. Punto positivo. La duda es qué tanto ayudarán a fortalecer una campaña que para su partido luce complicada en casi todos los distritos.
Mucho se dijo que los suplentes serían elegidos en base a estudios que determinarían quién complementaría las características de los titulares.
De ser así, sólo queda concluir que son muchos los suplentes cuyas virtudes deben estar tan escondidas que todavía no las apreciamos.
El tema no es menor si se considera que además de la importancia de la química entre candidato y suplente durante la campaña, dada la alta incidencia de “chapulineo” que se registra en nuestro país, es muy probable que en caso de ganar, algunos de los elegidos para un papel secundario terminen como protagonistas en San Lázaro.
¿Cuáles habrán sido sus méritos? Esa sería una pregunta inevitable.
Todo cambió
La visita de Francisco García Cabeza de Vaca a Matamoros desató un mar de dudas sobre la composición política de los grupos locales al interior del PAN.
En resumidas cuentas, parece que la dinámica exhibida hace un par de meses ya es historia. Los que eran amigos ya no lo son; antiguos “contras” ahora son aliados.
Y, al parecer, todavía falta mucho por ver antes del 7 de junio.
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