1.-Selle su casa arriba y abajo. No permita que entre ni una pulga o garrapata. No deje a la imaginación del ladrón por dónde meterse.
2.-Guarde la llave en el corpiño como lo hacían nuestras abuelas.
3.-Salga de soslayo, con el dinero en los entresijos y la tarjeta de crédito oculta en la zona del aguayón.
4.-Deje al perro encargado con su comadre porque también se lo pueden hurtar.
5.-Las joyas de la familia bajo una piedra en el patio. No olvide un mapa para recordar dónde las dejó.
6.-El semanario llévelo consigo por si las moscas no le alcanza para saldar el último día de hospedaje.
7.-Lleve la culeca y la ponedora, o sea, un calzón para el uso y otro de apoyo.
8.-Ponga las trampas de tejones abiertas. Una a la entrada de la cocina y otra por la recámara principal. Tenga la precaución de avisarle a su viejo que no meta su trompa por ahí.
9.-No deje las luces prendidas. Use luz de censor para que se apague durante el día.
10.-Al perico dele maíz y atole, para que no deje de charlar.
11.-Que los ladrones sientan que están siendo vigilados y que el perico los puede delatar.
12.-No le haga mucho caso al velador porque ni se desvelan ni velan. Sólo dan vueltas en bicicleta.
13.-Deje la luz de la cocina.
14.-Deje algunos botes vacíos en el pasillo para que causen ruido a las pisadas del ladrón.
15.-Importante que el ladrón se lleve lo más próximo, para que no jale con lo más valioso.
16.-Procure dejar cien pesos en la mesa para que el ladrón, si logra meterse, no se sienta frustrado y saque para sus micros.
17.-Coloque un bote con agua en el marco de la puerta, de modo que el ladronzuelo lo tire cuando cruce el umbral. Eso si la puerta no fue sellada debidamente.
18.-Al final, si el ladrón no se sienta frustrado, deje un six en el refrigerador.
19.-Al regreso de vacaciones tenga cuidado con las trampas que colocó. No sea que se dé un remojo con el bote, se caiga con las latas vacías y se agarre las patas con las trampas de zorrillo.