Hace tiempo alguien me dijo que ‘Las oportunidades no se pierden, siempre hay alguien que aprovecha lo que uno deja pasar’, una reflexión que encaja perfecto en lo que a continuación les contaré.
Hace un par de días me encontré con un grupo de jóvenes con Síndrome de Down disfrutando de la tarde en un conocido centro deportivo de la capital, ellos son José, Alexis y Javier, tres tamaulipecos muy especiales.
Reían, corrían, se esforzaban en mejorar sus técnicas y escuchaban con atención las recomendaciones de quien los entrenaba.
Era impresionante la intensidad con la que ejecutaban sus ejercicios, José Palomo y Javier Delgadillo intentaban llegar más lejos mientras arrojaban bala y disco. Alexis Barrón quería bajar segundos en el cronometro recorriendo los cien y doscientos metros.
Me senté a un lado para seguirlos con atención.
Después de unos minutos pude conocer a sus padres, quienes orgullosos me decían que ellos tenían poco tiempo entrenando, apenas siete meses, pero en ese periodo ya han alcanzado marcas tan buenas como las de quienes compiten a nivel nacional.
Emocionado les comenté que seguramente en los próximos eventos podrían darle muchas medallas a Tamaulipas, pero lo que dijeron en seguida me dejó frío.
“En diciembre nos comunicamos con la presidenta de la Asociación de Deportistas Especiales de Tamaulipas, Edna Lilia Rivera, pero nos dijo que ya no los podía registrar, que se tenían que esperar hasta el 2016 para poder representar a Tamaulipas” indicó uno de ellos.
Al inicio justifiqué que seguramente las inscripciones se habían cerrado y ya no era tiempo, pero me dijeron que “Se nos acercó la Asociación de Puebla días después, nos invitaron a participar con ellos, en menos de un mes dieron a los niños de alta, les prometieron beca y competirán para ese estado en las próximas competencias nacionales”, ¿O sea que todavía se podía y Edna Lilia Rivera no los quiso registrar?, me fui de espaldas tipo Condorito. ¡plop!.
Históricamente los atletas especiales han entregado grandes resultados, a menudo en mayor cantidad que los convencionales, y es triste que ahora que surgen más talentos se les cierren las puertas para poder trascender con los colores del lugar donde les tocó nacer.
Es un tema amplio, y como este caso seguramente hay cien más, lo positivo para José, Javier y Alexis es que no se quedarán con las ganas de mostrar sus condiciones naturales en el deporte a nivel nacional.
Lo negativo del caso y la desilusión es saber que no podrán hacer que suene el “Viva Tamaulipas altiva y heroica…” en la Paralimpiada, se escucharía otro himno que ellos ni se saben seguramente.
Ojalá la reflexión sirva de algo, la idea no es buscar culpables ni juzgar a quien desde mi pueblo de vista no está realizando su trabajo, eso le corresponde a alguien más.
Con esto espero, se comiencen a estudiar y verificar los procesos que se utilizan en cada disciplina, convencional o no, para determinar quiénes pueden vestir la casaca tamaulipeca.
Ya no vengan para acá, quédense mejor allá…
@danielrios10