CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- A unas cuantas horas de haber iniciado las vacaciones de Semana Santa, la carretera a Matamoros se tiñó de sangre después de que dos familias participaron en un choque con doble volcadura, dejando como resultado el deceso de dos mujeres y ocho personas lesionadas, entre ellas varios menores de edad.
La velocidad y el pésimo estado de los neumáticos fueron algunos de los factores que dieron pauta a la tragedia.
El percance ocurrió ayer a las 08:00 horas en el kilómetro 107 de la carretera San Luis Potosí-Matamoros, en el municipio de Jiménez; a la altura del punto conocido como “El Tinieblo”.
Unidades de Protección Civil y de la clínica regional de Jiménez, se trasladaron al sitio y brindaron los primeros auxilios a los hermanos Set y Paloma Rangel Reséndiz, de 20 y 15 años respectivamente.
También auxiliaron a la esposa de Set, identificada como Lizeth Mendoza de 20 años, todos con domicilio en calle Mar de Cortés, número 52, de la colonia Ampliación Solidaridad, de la ciudad de Matamoros.
Sólo las dos mujeres fueron llevadas al hospital.
En el vehículo contrario, atendieron a dos hombres, uno de ellos reportado como grave, un niño y una mujer, esposa de uno de los primeros mencionados.
Sobre las identidades de éstos, se desconocen, pero se confirmó que fueron trasladados al hospital general de la capital, mientras que el menor al Infantil.
Los socorristas se percataron del deceso de dos mujeres por lo que de inmediato llamaron a las autoridades correspondientes.
Según el dato, una de ellas fue identificada como Marina Marcelina Álvarez Treviño de 51 años y su hija, Yéssica Silva Álvarez, de 30 años y licenciada en Administración de Empresas, ambas con domicilio en calle Sabino, número 316, del fraccionamiento Privadas del Norte, en la ciudad de Reynosa.
Marina tuvo una muerte instantánea ya que sufrió expulsión de masa encefálica mientras que la profesionista murió en el momento en que daba protección a su menor hijo, también herido.
“No sé cuántas vueltas dimos, no supe a que horas fue ni nada, sólo recuerdo que ella (Yéssica) se bajó de la camioneta cargando al niño y caminó y luego se sentó con él, lo abrazó. Lo estaba protegiendo, después llegaron a ayudarnos y luego me vengo dando cuenta de que había muerto”, comentó Eusebio Silva Martínez, de 54 años, esposo y padre de las ahora fallecidas.
Silva Martínez manejaba una camioneta Escalade modelo 2002 y con placas del estado de Tamaulipas.
La trayectoria que él llevaba era de norte a sur.
Al ser arribado por la policía Silva Martínez dijo que la camioneta van se le había atravesado.
“Se me atravesó, nosotros íbamos a Mante, a un rancho, a verlo, porque desde hace un año que está solo y de repente, este (chofer de la Van) que se me atraviesa y que le pego”.
Hasta ayer en la tarde la Policía Federal Preventiva División Caminos no había deslindado responsabilidad.
Trascendió que el otro vehículo participante es una Van, modelo 2000, con placas de Tamaulipas y en la cual, viajaba la familia Rangel.
Según el dato, éstos habían salido de la ciudad de Matamoros con destino a Mante a ver unos familiares y disfrutar las vacaciones de Semana Santa.
La camioneta la tripulaba el jefe de familia, Gustavo Rangel Zúñiga, de 46 años.
Antes de pasar el kilómetro 107, el neumático trasero del lado derecho, estalló ante el mal estado en que este se hallaba.
“No hice nada por frenar, agarré bien el volante y la camioneta iba avanzando, pero yo por mi carril, pero el problema fue el señor de atrás, porque venía bien pegadito y a toda velocidad. De hecho me rebasó pero cuando lo hizo fue cuando la camioneta se me coleó y él me pega en un costado lo que hace que se salga de la carretera y dé de volteretas”, explicó Rangel Zúñiga.
“Yo por más que traté no pude controlar la camioneta por el golpe que me dio y me fui ladeando hasta quedar recostados”.
La Van quedó volcada sobre su costado del copiloto y con dirección al norte mientras que la Escalade salió al lado derecho y tras varias volteretas, quedó en posición normal y destruida.
Los automovilistas que presenciaron los hechos se bajaron y ayudaron.
Más tarde, arribaron elementos de la SEDENA y Policía Federal Preventiva División Caminos.
Fue el Agente del Ministerio Público Investigador, Miguel Ángel Leija Guerrero quien acudió al sitio para dar fe y, apoyado con personal de periciales, procedió a tomar conocimiento y ordenó el levantamiento de los cuerpos.
El fiscal dio la orden a la PFP le dejara en calidad de presentados a los dos choferes para declararlos y deslindar las respectivas responsabilidades.




