Aunque apenas han arrancado las campañas electorales, el tema de los debates entre los candidatos a diputados federales de mayoría relativa ya se ha puesto en la mesa y las autoridades electorales deben de tomarlas en consideración para que, en su momento, éstos se lleven a cabo.
La candidata del PRI por el distrito de Tampico, Paloma Guillén Vicente, lo propuso desde el inicio de las actividades proselitistas y su principal contrincante, la panista María Elena Figueroa Smith, ha aceptado exponer y defender sus ideas y propuestas con los representantes de otros partidos políticos.
El abanderado tricolor de Madero, Esdras Romero Vega se ha mostrado dispuesto también a debatir pero a condición de que el ejercicio sea regulado por el INE y en el distrito de Nuevo Laredo la priísta Yahleel Abdalá Carmona llamó a sus adversarios a participar en esta práctica, aunque la candidata del PAN, Laura Zárate, le reviró diciendo que ha de sentirse perdida o estar muy abajo en las preferencias para buscar la discusión ante los ciudadanos.
La que no ha dicho nada aún sobre el punto es la candidata blanquiazul Silvia Cacho Tamez, a la que tampoco se ha visto todavía en la campaña, o por lo menos no está haciendo el ruido suficiente para llamar la atención de la opinión pública.
Aunque ayer la aguerrida activista altamirense empezó a caminar por las calles de La Pedrera, colonia en la que radica.
El candidato independiente del VIII distrito electoral, Manuel Santillán Martínez, tampoco ha emitido opinión sobre el asunto. Se ha limitado únicamente a recordar a los electores que, a diferencia de los demás candidatos que disputan los asientos del palacio de San Lázaro a nombre de un partido o alianza política, el es un representante de los ciudadanos y de la sociedad civil.
Sin embargo, todas las alusiones a la deliberación no han pasado de declaraciones a los medios de comunicación. La única o la primera que ha planteado el caso formalmente ante los consejeros del INE es la candidata de MORENA a la curul del VIII distrito electoral, la profesora María Guadalupe Covarrubias Cervantes. A través de un escrito dirigido al vocal ejecutivo del consejo distrital, Juan José Ramos Charré, la aspirante del Partido Movimiento Regeneración Nacional solicita al funcionario la organización de dos debates y que el Instituto Nacional Electoral se encargue de exponer el caso a los medios de comunicación, principalmente de la radio y la televisión, para que en éstos se transmitan a la ciudadanía. Pero ¿a quiénes conviene y beneficia más el debate?Generalmente a los que se encuentran abajo en las preferencias populares y este medio les da la oportunidad de empatar o superar el marcador, así como a los contendientes de los partidos minoritarios que no disponen de los suficientes recursos económicos para llegar a toda la población durante las visitas domiciliarias y los recorridos callejeros. También a los mejor dotados para polemizar, como es el caso de Paloma Guillén, que es, sin duda, una de las aspirantes más calificadas para discutir los asuntos de mayor interés de la comunidad, igual que Esdras Romero, quien, además de que ha sido dirigente del Sindicato de Trabajadores Petroleros, ya fue diputado local y alcalde, factores que ayudan mucho a comunicar y a defender las ideas políticas en esta tipo de confrontaciones. Silvia Cacho tampoco se queda atrás. No hay que olvidar que la panista fue regidora, dirigente municipal del partido y que no es la primera vez que ha participado en los procesos electorales. Sea lo que fuere, pierdan o ganen simpatizantes los que participan en estos ejercicios democráticos, los que siempre saldrán ganando con los debates serán los votantes ya que éstos les permiten tener una idea más clara acerca de la forma en la que los aspirantes a legisladores se desenvuelven ante las cámaras, formulan sus propuestas y encaran la problemática comunitaria. A propósito, para el coordinador de los funcionarios del Gobierno del Estado en Tampico, Francisco Bolado Laurents, los candidatos del Revolucionario Institucional a diputados federales, son todos servidores públicos de experiencia y también los más preparados para debatir, desempeñar el cargo con solvencia y con toda seguridad los ciudadanos lo comprobarán a lo largo del diálogo que éstos sostendrán con ellos en los recorridos de demanda del sufragio.