Las campañas de “Chuchín” y Ramiro son distintas, ni duda cabe, y sólo el tiempo dirá cuál de las dos resulta más efectiva.
Del lado del PRI, está ocurriendo lo que pedían muchos de sus militantes: que sus liderazgos se pusieran el chaleco de trabajo y salieran al territorio para respaldar al candidato.
Así puede explicarse la presencia del diputado Marco Antonio Bernal en los recorridos, ni se diga la constante aparición de Baltazar Hinojosa en las colonias de Matamoros para “hablar de Chuchín”.
Ambos, aunque en circunstancias diferentes, entienden que sacar el triunfo en su terruño les dará oxígeno para alimentar sus proyectos personales.
Muy pronto, el equipo tricolor puso sobre la mesa el tema que enarbola como prioridad su candidato: la familia. Está presente en todos sus discursos porque se sabe, es un asunto que apasiona a “Chuchín”. Está convencido de que desde ahí debe comenzarse cualquier intento por alcanzar el desarrollo social.
Ramiro Salazar también planteó el tema sobre el que seguramente volverá con recurrencia a lo largo de su campaña: la seguridad pública, y en particular la necesidad de crear una nueva policía municipal, un asunto controvertido si se considera que la estrategia planteada desde el Gobierno Federal apunta en otro sentido.
En realidad se está cumpliendo el script que muchos pronosticaban para este proceso.
En lo que coinciden ambos es en la intensidad de sus actividades. En esta ocasión el tiempo es poco y un par de días de modorra pueden significar la derrota en una elección competida.
La presente elección también representa un reto para los partidos pequeños y las opciones novedosas como el candidato independiente.
Pocas veces se había hecho tan evidente la brecha entre los dos “gigantes” y el resto. En ello, desde luego, tiene mucho que ver el presupuesto, pero también queda la impresión de que a la “chiquillada” le ha faltado organización, creatividad y talento para arrancar sus campañas.
Tanto así, que todavía cuesta trabajo saber si la mayoría de ellos ya arrancaron.
Por eso, a estas alturas todavía cuesta mucho trabajo pronosticar quién ocupará el tercer lugar en las votaciones. Esa lucha, si tomamos en cuenta el panorama nacional, estaría entre el PRD y el Partido Verde.
Entre los demás, el objetivo será mantener el registro, una tarea que no será nada fácil, si se considera que en la competencia hay 11 fórmulas inscritas.