1.- A los 96 años de su sacrificio en Chinameca, Emiliano Zapata es el símbolo agrario del que poco queda en razón de que los propios regímenes “revolucionarios” se han encargado de borrar la esencia de sus ideales y su valor para combatir la injusticia. El deterioro de la figura del caudillo del sur es la mejor prueba de que los tataranietos del movimiento de 1910 llegados al poder en la forma y manera en que sabemos, se sienten más cómodos en el sistema globalizante y depredador del capitalismo, sea como parte de cofradías ausentes de principios y valores humanos y sociales, que al lado de los pobres.
Recordar a Zapata obliga a considerar que el proceso histórico en México ha sido frustrante por los fracasos acumulados en apenas 105 años de iniciada la Revolución, por ello el supremo gobierno guarda silencio cuando se trata de auténticos héroes populares. Y es que don Emiliano sigue siendo un clavo ardiendo en la memoria nacional como lo es “el tata” Lázaro Cárdenas, Madero o Francisco Villa.
Zapata con su lema de que “la tierra es de quien la trabaja” se remontó a los orígenes de la humanidad con el derecho pleno de ganar el pan con el sudor de la frente, como lo mencionan las sagradas escrituras. Fue el grito desesperado de los pobres, “de los que no tienen voz”, como los llama el sub-Marcos, que aun hoy despierta conciencias. Zapata es una referencia internacional como “el che” Guevara, a pesar de los esfuerzos oficiales por ignorar su ejemplo. Y la peor ofensa es haber entregado el ejido a los descendientes de aquellos a los que la Revolución combatió. Suena cursi, pero es real.
En este sentido Carlos Salinas sigue vigente como promotor de la vergonzosa enajenación de los recursos naturales a favor del capital privado. Él inició la subasta en serio y los regímenes posteriores se encargaron de consumarla. Por ello en la actualidad “el tata” Lázaro Cárdenas padece olvido institucional. Es el precio que le impusieron los traidores a la república.
Para desgracia de las generaciones que nacen y crecen, en México terminó la era de los caudillos y se alzan los tiempos de una burocracia ciega e insensible que ha puesto en riesgo la paz y tranquilidad de la república. Y ni modo que sea invento.
2.- Amigo lector, no olvide adquirir la novela “Érase un periodista” del autor de esta columna. Le va a gustar. La encuentra en EXPRESO y KAPA centro. Introdúzcase en el fascinante mundo del oficio más impredecible.
Mientras tanto en Tamaulipas no falta quien proponga debates entre quienes aspiran a una diputación federal. El escribidor se pregunta, ¿podría saberse sobre qué serían capaces de debatir?. Ni cómo suponer que l@s abanderad@s del tricolor coloquen en el tapete de la discusión temas que por delicados son los más inquietantes para la sociedad. Si así lo hicieren no tendrían argumentos para defender o justificar tantas y tan variadas pifias del régimen federal propiedad sexenal de su partido. Además sería tiempo y esfuerzo perdidos porque está científicamente demostrado que las conclusiones de este tipo de eventos no sirven ni siquiera para el sanitario.
Está correcto que busquen encender las campañas hasta ahora más frías que “unos peces de hielo en un whisky on the rock”, como diría el maese Joaquín Sabina, pero de eso a interesar al respetable “debatiendo” hay enorme distancia. Además, ¿a quién le importa?. Menos al CDE tricolor que sobrevive con singular alegría sin delegado del Comité Ejecutivo Nacional. Al respecto se rumorea que la ausencia de un representante de César Camacho es algo así como un castigo. ¿Será?.
SUCEDE QUE
A la inteligencia cafetera se le acredita la inminente caída de Marco Antonio Bernal como probable sucesor sexenal. De pronto el matamorense dejó de figurar en las columnas políticas y perdió prestancia, presencia y solvencia en la Cámara de Diputados después de transcurrida la tormenta energética. No olvidéis que a partir del primero de septiembre Marco podría pasar a formar parte del numerosísimo ejército de reserva, es decir, quedará sin chamba. En cambio Baltazar Hinojosa Ochoa como que respira hondo y acelera el paso. Sean peras o manzanas, la realidad es que ya estamos a menos de un año del proceso que verdaderamente importa a la paisanada…Oiga, ¿irá en serio eso de que el presidente Peña Nieto se ofrece como intermediario en las pláticas entre Obama y Raúl Castro para el restablecimiento de relaciones?, suena medio grotesco después de que en los tiempos de Fox el gobierno mexicano corrió a Fidel Castro de una reunión en Monterrey a donde también acudiría Bush, y luego de la “balconeada” actual y el pleito con la ONU por el tema de la tortura y la violación a los derechos humanos. De plano, o no entiendo lo que está pasando o ya pasó lo que estaba entendiendo…Mientras tanto el presidente gringo ante EPN pide a gobiernos latinoamericanos transparencia y erradicar la corrupción, ¿sabrá algo o lo dijo al puro tanteo?…Y según iniciativa del PRI, ahora parece que irá pa’ atrás eso de recorrer a lunes o viernes los días festivos. Le digo, ¿psssss quien les entiende?.
Y hasta la próxima.