Como lo mencionamos ayer en la parte final de esta columna, en 45 días el Congreso de Tamaulipas habrá de tomar un acuerdo crucial para la sucesión política estatal del 2016: decidir si la próxima gestión del Gobierno del Estado será de 2 ó de 6 años, ya que la opción que prevalezca creará un escenario pocas veces visto para el relevo de Egidio Torre Cantú en la gubernatura.
La iniciativa de la reforma político electoral que definirá el caso será presentada mañana 15 de abril, para su discusión y análisis preliminar, a las comisiones y el pleno legislativo resolverá el asunto a más tardar el próximo 30 de mayo, fecha límite para dar el visto bueno al proyecto legal que regirá el cambio del ejecutivo de la entidad el año que viene.
Y como, a decir de los enterados, existen muchas posibilidades de que el sexenio que viene sea de sólo 24 meses o menos, la resolución tendrá sin lugar a dudas un efecto significativo en la lucha por al puesto de mayor jerarquía y responsabilidad política de la entidad.
¿Les interesaría a Alejandro Guevara Cobos, Miguel González Salum, Edgardo Melhem Salinas, José Elías Leal, Marco Antonio Bernal Gutiérrez y a Paloma Guillén Vicente, por ejemplo, pelear la candidatura del PRI al cargo de ETC para ejercerlo únicamente 2 años u optarían por dejar pasar la oportunidad a sabiendas de que quizá ya no se les volverá a presentar?
La misma pregunta vale para el senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Enrique Cantú Rosas Villarreal, y la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, los principales aspirantes de Acción Nacional a guiar el destino político de los tamaulipecos al término de la actual administración.
La verdad es que, aunque parece que en la mayoría de los casos la respuesta sería negativa, todos los interesados en el gobierno de la entidad van a pensar dos y hasta tres veces antes de decidir si le entran o se mantienen al margen de la competencia, porque ocupar el cargo de gobernador, así sea por un breve periodo, siempre resultará importante.
Quien todo indica que no pensaría ni una sola vez para aceptar la eventual postulación del Revolucionario Institucional, sería el actual presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Ramiro Ramos Salinas, pues seguramente el diputado considera más importante pelear la gubernatura bajo esas circunstancias que disputar la alcaldía de su municipio natal, mucho menos en un escenario tan complicado como el que plantea el hecho de que este sea gobernado por un elemento del PAN.
Sería mucho pero mucho mejor, en todo caso, perder la carrera por la gubernatura que por una presidencia municipal.
La que debe de estar de plácemes, por otra parte, es la secretaria de Desarrollo Económico y Turismo, Mónica González García.
¿El motivo?, la afluencia récord de paseantes a los centros turísticos del estado en las vacaciones de la Semana Santa que concluyeron el domingo y la millonaria derrama económica que ésta trajo consigo en beneficio de los prestadores de servicios y de la población en general.
Y es que obtener un resultado de esa magnitud en las circunstancias de adversidad económica y con el problema de la inseguridad que aún no se logra resolver, representa una hazaña, en la que ha tenido mucho que ver el trabajo de la funcionaria que ha sido reconocido por propios y extraños.
Mientras tanto, ayer empezaron a difundirse a través de la radio y la televisión los primeros promocionales o spots delas campañas electorales locales.
En el de Esdras Romero Vega, por ejemplo, prevalece la idea y el deseo de ayudar a la gente a resolver los problemas, lo mismo que de luchar desde el congreso federal por la paz, el bienestar y prosperidad de la sociedad.
El alcalde con licencia de Ciudad Madero sabe mejor que nadie que nada hay que moleste a los votantes más que una campaña de lodo y de acusaciones y ha optado por proponer en vez de agredir.
Paloma Guillén Vicente, por su lado, reiteró asimismo el compromiso de que Tampico merece una campaña de propuestas de altura.
En un recorrido por las colonias del norte de la ciudad la candidata a diputada federal por el VIII distrito dijo que el encono y la descalificación no tienen cabida en su plan de trabajo.
La experiencia demuestra, además, que los que agreden o descalifican son generalmente los que se encuentran abajo en las preferencias de los ciudadanos. A los que están al frente de las simpatías populares no les interesa ni les conviene pelearse con nadie.
