MÉXICO, D.F.- El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, reconoció que el país cuenta con un arsenal de 270 mil millones de dólares para enfrentar cualquier contingencia que se derive de medidas del exterior, como la inminente alza en las tasas de interés.
Al comparecer ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público del Senado, el funcionario del instituto central afirmó que el país se ha preparado desde 2008 para la tormenta económica que se originó en aquel año y las consecuencias que ha tenido en el tiempo.
La acumulación de reservas internacionales por más de 195 mil millones de dólares, más la línea de crédito flexible que tiene el país con el Fondo Monetario Internacional, por 70 mil millones, son los recursos con los que cuentan las autoridades contra la volatilidad financiera que se espera en el futuro, detalló.
Para suavizar la volatilidad en el mercado cambiario y evitar movimientos excesivos, el responsable de la política monetaria comentó que se han tomado medidas desde la Comisión de Cambios (compuesta por el Banxico y la Secretaría de Hacienda) con mecanismos que permiten al peso resistir a una mayor depreciación.
La recuperación de la economía estadounidense hace previsible el banco central de ese país suba las tasas de interés, decisión que generará volatilidad en los mercados financieros, y de los cuales México no estará exento.
Por ello, Agustín Carstens comentó que el Banxico ha tenido buena coordinación con la política fiscal del país, de manera que también cuentan con un “buen parque” para evitar salidas desordenas de capitales.
Con relación a la inflación, el gobernador del instituto central destacó el buen comportamiento del indicador durante este año, ya que datos a la primera quincena de abril revelan que se ubicó en 3.03%, lo que la ubica dentro del objetivo.
Aunque el Banxico ha hecho revisiones al crecimiento económico de este año y de 2016, en intervalos de 2.5 a 3.5% y de 2.9 a 3.9%, respectivamente, dijo que lo importante es que la actividad productiva del país tiene una tendencia acelerada.
Confió que en adelante las tasas del PIB sean mayores por los beneficios que generarán las reformas estructurales, particularmente la energética.