El golpe mediático más importante de la semana lo dio Baltazar Hinojosa. Con su sorpresivo nombramiento como Secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, el matamorense se sitúa en la cúpula del tricolor. Su puesto está entre los tres o cuatro más importantes de la estructura nacional del partido.
Se confirma así que Hinojosa carga con peso político alimentado desde la Ciudad de México. Las buenas relaciones que tanto presumían sus seguidores empiezan a notarse en el momento más importante.
Es decir, cuando necesitaba un espaldarazo desde las alturas éste llegó en forma de nombramiento.
Porque además de la nueva responsabilidad, Balta recibe una suerte de salvoconducto para entrar a los territorios tamaulipecos que hasta el momento le habían permanecido vedados.
¿Cómo se habrá recibido la noticia en los búnkers tricolores de El Mante y Tampico?, se preguntaban ayer con sorna los priistas matamorenses.
De bote pronto, la conclusión obligada es que el exalcalde de Matamoros cuenta con el respaldo del partido para fortalecer su proyecto hacia el 2016.
Si antes sabíamos que tenía permiso, ahora se confirma que además tiene apoyo.
Una pregunta válida en todo caso sería si la nueva responsabilidad no le quita también tiempo valioso para recorrer el Estado, pues sobra decir que ahora además de su campaña y la de los candidatos tamaulipecos, Balta debe tener los ojos puestos en todo el País y ofrecer buenas cuentas a quienes confiaron en él.
Está a prueba su habilidad para hacer política hacia fuera y al interior del Estado. A final de cuentas de eso se trata la carrera hacia la Gubernatura: de convencer a los poderes nacionales, pero después ganarse la aprobación de quien manda en Tamaulipas.
En ese sentido, se sabe que Balta es bien visto en la capital del Estado, y no tendría problemas para ser palomeado por el Gobernador.
Acaso por los yerros del pasado, Hinojosa se ha convertido en un político disciplinado. No ha dado un paso en falso ni ha movido un dedo sin los necesarios consentimientos.
En la etapa de las campañas ha evitado entrar en confrontación -por lo menos públicamente- con los candidatos que también suspiran por el 2016.
Ya lo decíamos. Cada día se hace más evidente que Baltazar Hinojosa es la apuesta para Tamaulipas de un importante grupo político al interior del PRI. Y las señales enviadas desde el Distrito Federal han sido muy bien recibidas en su terruño, donde todos los días se tejen alianzas para fortalecerlo.
Desde luego pecaría de ingenuo quien piense que tiene la candidatura en la bolsa, pero también sería ocioso negarle que en las últimas semanas ha dado pasos firmes en la carrera.