CIUDAD VICTORIA, Tam.- Al cumplir 59 años de vida sacerdotal, Monseñor David Martínez Reyna aceptó entrevista en el Convento de las Madres del Refugio, donde vive desde su jubilación.
Padre, de usted se dice que su ministerio lo realizó siendo entrón y claridoso. ¿Cuáles fueron las consecuencias?
“Hablar con la verdad trae consecuencias, actuar siempre a favor de aquellas personas que lo necesitan me acarreó estar en la Penitenciaría por secuestrar tres autobuses en el municipio de Hidalgo cuando estuve en la parroquia del Chorrito”.
Cuenta que transcurría el gobierno de Emilio Martínez Manautou, que no respondía a la petición de los campesinos de que hubiera transporte de los ejidos hacia la cabecera, donde estaba la escuela Secundaria, para que los muchachos pudieran estudiar.
“Le presentamos el proyecto de rutas que beneficiaba al estudiante y al turismo de toda esa gente que quería subir la sierra hasta la parroquia, porque en ese entonces no había nada”, recuerda.
La omisión del gobierno enojó a los campesinos que junto con el sacerdote secuestraron los autobuses, los abordaron y amenazaban con prenderle fuego a los bidones previamente dispuestos debajo de los camiones.
¿Qué tanto tardaron las autoridades en atenderlos?
“De inmediato, porque Santos Gattás y Abelardo Osuna, que tenían el monopolio del transporte, hablaron con nosotros; se dieron las concesiones para que entraran microbuses de los ejidos al Tomaseño y del Tomaseño al Chorrito, pero la gente del gobierno nos trajo al comisariado ejidal Nicolás Rocha y a mí al Penal de Victoria. Muchas veces es necesario una rebeldía porque el gobierno no estaba actuando para servir al pueblo, igual que ahora, en que los políticos sólo ellos se sirven”.
¿Hay diferencia entre esos políticos con los actuales?
“Es lo mismo; no hay político que no busque sus propios intereses. Hay algunos que buscan servir al pueblo, que son honrados, pero muy poquitos. A un político bueno el pueblo lo quiere de forma espontánea, los que son malos tienen que usar mucha propaganda para ganarse a la gente.
Hoy también tenemos otro peligro, que no sabemos si esos políticos van a ser sobornados por la situación de violencia que estamos viviendo”.
¿Tiene alguna recomendación para la gente dentro del proceso electoral que se está viviendo?
“Que voten por la persona, no por el partido. No se puede decir soy del PRI y voy a votar por el PRI, eso ya no, ahora hay que escuchar y ver a los que tienen el perfil para gobernar”.
Con la llegada del Papa Francisco se dio entrada a la discusión del matrimonio entre personas del mismo sexo. En particular en Tamaulipas ya se concede en lo civil este contrato ¿Qué opina?
“Acaba con la familia. Esos matrimonios acaban con la base importante de la sociedad porque no pueden tener hijos. La Iglesia no los condena, muchos son homosexuales por nacimiento otros se hacen y hay también otros a los que los hacen. Dios los ama y no condena que hagan una vida buena”.
¿Cuál es su visión de la controversial forma en que el Papa lleva su misión pastoral?
“Todo está en la formación que traiga cada quien y la manera de dar a conocer el Evangelio, porque dando a conocer a Jesús conocemos a Dios y es otra nuestra vida, eso es todo, cada quien trae formas diferentes de expresarse pero en lo sustancial no cambia lo que hace nuestro Papa”.
¿Qué piensa de los sacerdotes opulentos que no reflejan a Jesús en su ministerio?
“Han errado su compromiso al que fueron llamados, están explotando una bondadosa vocación, del amor, de la justicia y del bien”.
Y del grupo de sacerdotes en la opción preferencial por los pobres, ¿qué siente hacia ellos?
“Los admiro, los alabo, los bendigo”.
¿Qué dice de los sacerdotes pederastas?
“Son hechos que llenan de dolor y de gran pena, porque la Iglesia es una institución para hacer el bien, principalmente aquel sacerdote que fue llamado por Jesús para extender su palabra de bien no para lesionar. En esta diócesis nunca se ha puesto obstáculo para que la acción de la justicia actúe contra los malos sacerdotes. Hubo un caso hace muchos años y no se obstruyó la justicia. También se previene haciendo una selección a fondo de aquel que quiere ordenarse para no permitírselo cuando tiene desviaciones”.
¿Cómo es su relación con los dirigentes de las sectas que hay en Victoria?
“De respeto, pero sí les pido que no injurien mi creencia sobre la Virgen María porque si vamos a hablar de la verdad, esa está en la Biblia y ahí dice que Dios llamó en salud a María y le dijo que iba a ser la madre de Dios. Dios no miente y esa es mi duda con las sectas de saber si están en la verdad o están en la mentira. A los testigos de Jehová, a esos sí que no los tolero porque hacen su desbarajuste”.
¿A qué atribuye el aumento de sectas?
“Eso fue auspiciado por el gobierno de Luis Echeverría porque no era católico y al ver que los adeptos de su partido el PRI iban disminuyendo, pidió ayuda a Estados Unidos para hacer crecer el protestantismo que lo malo es su falta de sacramentos porque se casan y se divorcian cuantas veces quieren”.
A sus 86 años de edad, ¿qué le pide a la vida?
“Le he servido al Señor, claro con sus bajas y sus altas como todo ser humano, pero estoy muy contento por haber estado en la misión que él me dio, nada más”.