CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Los candidatos de los mini partidos realizan una campaña hacia “grupos específicos” por lo que no han tomado las calles y tampoco han salido a realizar grandes caminatas en colonias para buscar el apoyo de los ciudadanos. “No se trata de hacer promesas en la campaña”, coinciden por separado los candidatos del Partido Encuentro Social, José Alberto Alfaro Rodríguez y María de la Luz Martínez Convarrubias, del Partido del Trabajo.
En cambio, en 25 días de campañas, el Partido Humanista y sus candidatos no aparecen, las puertas de su partido están cerradas. En el Partido Nueva Alianza, no hay quien informe sobre las actividades de sus candidatos y sus líderes se ocultan hasta de su militancia.
Argumentan que han salido a campañas, reuniones, o “no avisaron y no sabemos a qué hora regresen”, platica una empleada que se encarga de realizar el aseo en las oficinas del Panal, el que ha quedado sin aquellas grandes movilizaciones de maestros organizados.
En el Partido Humanista, el escenario es más fuerte. Sus oficinas están cerradas y nadie ha visto a los candidatos en las calles.
En tanto que los candidatos del Partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), no aparecen por ningún lado y los líderes del Partido Verde Ecologista (PVEM) se han perdido en las campañas en los ocho distritos de Tamaulipas.
Los tianguis se han convertido para los candidatos, y en particular para los partidos de nueva creación, una base sólida para darse a conocer, aunque su estrategia real “es un trabajo muy específico” como lo señala Beto Alfaro, candidato a diputado federal por el quinto distrito con cabecera en Victoria. Admite que los ciudadanos no lo van a ver todos los días en las calles, pero existe una estrategia, con la que asegura, “vamos a sorprender” el 7 de junio.
El candidato de Encuentro Social, no pasa por alto que las ‘discretas’ campañas que realiza en el distrito de Victoria, se debe también a la falta de recursos económicos para ser diferente.
“Nuestra estrategia es ir a las casas, hacer grupos y normalmente cada reunión es de dos horas”.
Desde ahí y bajo esa línea de campaña, asegura, “se va a provocar el cambio” en estas elecciones porque “cerca del cincuenta por ciento de la población no votaba y hoy por existir diez partidos, se va a recuperar mucha gente que entraba a las filas del abstencionismo”. Encuentro Social es un partido que está identificado con el cristianismo, pero Alberto Alfaro rechaza que la religión se encamine al corporativismo en favor de su partido político.
“No le apostamos —a eso—. Hay ochenta mil personas en el cristianismo, pero hay una libertad, si eso fuera, no haríamos nada, estamos ganados”.
La candidata del PT en cambio, María de la Luz Martínez Convarrubias, sabe en qué colonias hacer campaña, y cuidar el voto que la gente le ha dado a su partido.
Le dedica algunas horas a su campaña, porque el resto del día está gestionando apoyos: “Hay muchas quejas, por las necesidades que existen, principalmente por desempleo, los gobiernos no le responden a su pueblo”.
Hay colonias como la Simón Torres o la Álvaro Obregón en donde aprietan las necesidades y ahí están presentando su propuesta, sin mucha propaganda, es una campaña directo a la gente”.