KATMANDÚ, Nepal.- La ayuda a los afectados comenzaba este viernes a llegar a las zonas más golpeadas fuera de Katmandú, seis días después del terremoto que azotó Nepal, donde Naciones Unidas ha constatado que innumerables aldeas han quedado literalmente aplastadas y sigue aumentando la dimensión del desastre.
El número de víctimas sigue subiendo, con 6.250 muertos y 14.357 heridos según el último recuento ofrecido por el Ministerio del Interior nepalí.
El resto del mundo se enteraba por las imágenes que llegaban desde la capital nepalí de la tragedia del sismo que asoló el sábado el país de los Himalaya, pero en las faldas de las montañas más altas del mundo el dolor se extendía sin que nadie pudiera llegar a socorrer a los damnificados hasta ahora.