No hay duda, como lo señalé el domingo anterior, la política puede ser muy divertida. Sumamente divertida.
A lo largo de la semana que agoniza, he sido testigo en numerosos foros de las andanzas, peripecias, acrobacias y hasta soberanos ridículos protagonizados por varios candidatos a algún puesto de elección popular, en algún distrito, municipio o Estado.
Si padece usted en algún momento de aburrimiento o depresión, mande al cuerno esas afecciones y vea alguno de los videos que circulan en redes sociales y en You Tube, donde se da cuenta de los excesos de estos aspirantes a servir, en teoría, al pueblo.
Puede usted presenciar bailes grotescos, gesticulaciones dignas de un buen bufón, saltos circences o escuchar cánticos que destrozan los oídos hasta de un oficial de artillería.
Después de haber reído hasta saltarme las lágrimas con las acciones de esos personajes allende nuestras fronteras estatales, creo que debo felicitarme y felicitar a quienes me rodean por vivir en Tamaulipas.
Y es en serio.
Distan un buen trecho varios de nuestros dilectos paisanos que buscan una curul en el Congreso de la Unión, de ser un dechado de virtudes. Algunos están más lejos de esos principios que La Tierra de Júpiter, pero por lo menos no nos hacen ver a los tamaulipecos como un montón de bobalicones a quienes se les puede engañar dando brincos y diciendo estupideces al ritmo de un “rap”.
Por favor, les ruego a los hombres y mujeres que tratan de ganarse el voto en nuestra patria chica, que no caigan en esas espantosas pràcticas de tratar de simpatizarle al ciudadano a costa de lo que sea necesario hacer o decir.
Sería una pesadilla ver, en el caso de los priistas que son los más conocidos, a Miguel González Salum, a la respetable Paloma Guillén o a doña Esther Camargo, a Alejandro Guevara -aunque en él no me extrañaría- a Edgar Melhem o a la esfinge Esdras Romero, bailando un son de “chúntaro” al estilo Moreira o en una rèplica del panista Jorge Luis Preciado, jugando a ser estrella “rapera” y lanzar un videojuego para buscar el voto. Seguramente el sindicato de payasos lo verá cn buenos ojos.
Para terminar este tema le ofrezco una doble disculpa:
La primera es por perder el tiempo y hacérselo perder a usted en estas líneas, con semejantes comentarios dignos de un comic de Borolas y no de un candidato que se respete.
La segunda se la ofrezco porque, lo confieso, ardo en deseos de volver a abrir You Tube para reir de nueva cuenta a carcajadas con nuestros prohombres y damas de alcurnia, moviendo rabadillas y brazos.
Qué caray, es domingo…
Twitter: @LABERINTOS_HOY