Pese a que nos lo estuvieron vendiendo por un gran tiempo como el espectáculo que tanto esperábamos, incluso que hasta lo necesitábamos, nos hicieron creer que sería memorable, que ahora sí quedaríamos satisfechos, pero resultó que no pasó nada… quedamos como al principio.
Ahí estábamos todos, pendientes, aferrados a nuestro lugar de siempre, emocionados, ilusionados, con los ojos bien abiertos, invitamos amigos, familiares, preparamos algo especial pues, insisto, nos dijeron que quedaríamos todos satisfechos.
Conscientes estábamos todos nosotros de todo el dinero que estaba en juego, todo lo que se había invertido en ese espectáculo, inclusive hasta nosotros fuimos parte del proceso de consumismo en el que nos quisieron y lograron envolvernos.
Ahí estábamos, ilusos, pobres de nosotros, con nuestra playerita, nuestra gorrita, el banderín, esperando a que el espectáculo iniciara, pues -nos prometieron- iba a ser memorable.
Víctimas de la simulación de los protagonistas, que hacen como que cumplen, pero montan un espectáculo bien diseñado, donde se juega con la emoción y la ilusión de los espectadores, quienes les vuelven a creer una y otra vez que ahora sí habrá entrega, estrategia, que se van a respetar los cánones del deporte y el juego limpio, pues a muchos de nosotros nos tocó ver cuando este deporte antes de ser negocio o simple espectáculo, era justamente eso, deporte donde se ponía en la mesa antes que billetes o intereses, la gloria del triunfo y la vergüenza de la derrota.
Ellos se pusieron en la mirada de todos, en coreografía perfecta dieron dos que tres pasos creíbles, pero conforme avanzó el tiempo, abrimos los ojos y pensamos… pobres de nosotros, volvimos a caer.
Hoy sólo nos queda conformarnos con verlos contar ganancias de cada show, tal vez tras bambalinas se ríen de usted y de mí, pues inocentes volvimos a caer.
Hoy incluso, hasta nos dicen que van por revancha, que ahora sí van a cumplir, que le van a dar con todo, pero lo único cierto es que no han llenado y saben que este círculo aún tiene mucho por dar… lo peor de todo es que creen que volveremos a caer y, ¿qué cree?, es muy probable que sí.
P.D. No estaba hablando de Correcaminos.
@luisdariovera
