Vivía acostumbrado a su mundo de trabes, losas y cimientos, cuando el destino lo sacó de sus planos y lo llevó a una vida de helicópteros y de fuerzas armadas. El gobernador tamaulipeco, Egidio Torre Cantú, es como ningún otro en el país, el mandatario local que más ha estado en contacto con la milicia.
Se podría cubrir toda la plaza del quince Hidalgo, con una exposición fotográfica, donde los hombres del Ejército y la Marina custodian pueblos, levantan cuarteles, dialogan con la gente, y presiden junto al ingeniero civil, reuniones ciudadanas. La personalidad disciplinada y metódica de ETC, encontró en el sector castrense las almas gemelas que lo han acompañado todo este tiempo, en su reto de devolverle la paz social a la entidad.
En una ocasión que fuimos invitados por la administración estatal, como testigos de una de tantas comparecencias del gabinete de seguridad, ante organismos de la sociedad civil, corroboré una cosa: Egidio y los mandos estratégicos de la SEDENA y la SEMAR, tienen un mismo estilo de informar: son directos y concisos en sus datos; no le ponen crema a sus tacos. Pero en cambio, cada una de sus intervenciones al micrófono, deja entre la concurrencia un aire de efectividad y de resultados.
Dentro de ese cosmos de grados y de protocolos estrictos, Egidio ha conocido a muchos mandos de la SEDENA y de la Marina. Uno de ellos, es el General de División, Miguel Gustavo González Cruz. Paisano del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, el militar hidalguense estuvo aquí en Tamaulipas, en el 2011, primero en Reynosa y después en Mier.
Hoy ha sido asignado al estado de Jalisco, precedido de una hoja de servicio que sobresale por haber coordinado estrategias de alto riesgo. Ayer, en la prensa nacional, el jefe castrense era reconocido como “El General que recuperó un pueblo fantasma”. Se refieren, indudablemente a ciudad Mier, donde se logró que miles de habitantes regresaran a sus hogares.
González Cruz, quien por cierto se formó al lado del General Juan Arévalo Gardoqui, secretario de la Defensa en los tiempos Delamadridistas, tiene ya servida en su mesa la caliente papa tapatía. Si logra cumplir con su misión, es muy probable que el poderoso ministro de la política interior le eche el ojo para considerarlo entre quienes le pueden servir en el primer cargo militar del país…todo ello por supuesto, en el hipotético caso de que se diese por ese lado la candidatura presidencial del 2018.
APARECE EN TAMAULIPAS, EL FANTASMA DEL DEBATE
En el VI Distrito electoral de Mante, los partidos del PAN, MORENA y Humanista están planteando un debate político, en el marco de la campaña por alcanzar una curul en la Cámara baja del Congreso.
El vocal ejecutivo del INE en la entidad, Arturo Loredo, informó que dichas organizaciones aún no han formalizado dicha petición, y que la institución a su cargo está muy pendiente de este tipo de expresiones político-partidistas.
Los requisitos que se les piden a los partidos interesados en debatir son los siguientes: fecha del debate, lugar donde se desarrollará, el formato bajo el cuál se llevará a cabo y el nombre del moderador. Consultado en torno al tema, el máximo funcionario del INE en Tamaulipas, consideró que los debates siempre han sido saludables para la democracia, pues oxigenan las opiniones ciudadanas en torno a la oferta electoral de los contendientes.
Dijo también que las condiciones elementales para que haya un debate es que haya como mínimo dos partidos con la voluntad de realizarlo. En este caso, los presuntos candidatos que están planteando el debate en Mante, son Édgar Vargas por el PAN, Julio Hernández Medina de MORENA y Leandro García Molina del Partido Humanista.
Cabe señalar que, en el caso del Distrito VI, la figura del debate no ofrece ningún atractivo político, tomando en cuenta que la ventaja que les saca a sus competidores el abanderado del PRI, Alejandro Guevara Cobos, es más que kilométrica.
De manera que, propuestas de debate, como la que surge ahora en Mante, encontrarían un mejor clima de expectativas en Distritos como el de Nuevo Laredo o Reynosa, donde la lucha es más competida.
MIGUEL MÁS DE 300 KILÓMETROS RECORRIDOS
El enflaquecido contador público, trae en sus suelas más de 300 kilómetros. Casi la distancia que hay de ciudad Victoria a Matamoros. Dentro de esa longitud de pasos bajo el sol, y esa multiplicación de calles anónimas, reducto del llamado voto de la pobreza, “Migue” ha escuchado las pequeñas historias de las familias obreras. Se ha llevado consigo en sus oídos, el trajín cotidiano bordado de afanes y de sueños; de sacrificios familiares y de necesidades que brotan por todas partes, como una regla existencial emblemática del capitalismo: la desigualdad social.