La suerte de los candidatos identificados como parte del establo “cabecista”, y claramente respaldados por el senador, ha sido dispareja.
Es obligado señalar que en el distrito más importante para Francisco Javier García Cabeza de Vaca, las cosas han comenzado a pintarle bien.
En Reynosa, donde es su apellido el que compite con la representación de su hermano, las últimas encuestas lo ponen al tú por tú -si se considera el margen de error- con la candidata priista que ha visto desplomarse la cómoda ventaja con la que arrancó su campaña.
Es que a los errores del matrimonio Luebbert-Camargo, debe sumarse el impulso que han dado a la candidatura de su hermano el senador panista, y el grupo político que a nivel nacional lo ve como su apuesta para obtener la gubernatura de Tamaulipas, entre quienes se encuentran la mayoría de los calderonistas, que por cierto, todavía buscan obtener el control del partido.
Pero en los otros distritos donde participan sus candidatos, las cosas lucen mucho más cuesta arriba.
Es el caso del Distrito III, donde Raúl García Vivian no levanta y no parece tener demasiadas ganas de hacerlo. Ahí, Édgar Melhem Salinas avanza con tranquilidad hacia la victoria, de acuerdo con los últimos sondeos.
La otra región que más interesa a García Cabeza de Vaca es el Sur de Tamaulipas, misma que desde hace tiempo ha intentado convertir en su fortaleza.
Pero algo ocurrió en las últimas semanas que el senador no ha hecho acto de presencia en la zona conurbada. Una supuesta ruptura con su representante, el diputado federal Germán Pacheco, explicaría la ausencia y la falta de apoyo para María Elena Figueroa Smith, la candidata por el VIII distrito que inició la campaña con mucho brío, y ha experimentado una caída pronunciada que ya la sitúa muy abajo en los números.
Es decir, si las tendencias se mantienen, el senador podría quedarse con un triunfo valioso, pero dos derrotas que le impedirían festejar la victoria completa. Por otro lado, para sacar conclusiones respecto a la carrera panista por la candidatura del 2016, también será necesario tomar nota de lo que ocurra en Matamoros y Nuevo Laredo.
La gira de Ramiro
El Congreso itinerante de Ramiro Ramos obliga a tomarlo en cuenta entre los posibles aspirantes a la sucesión priista. Al menos, por la imaginación que ha mostrado para placearse por toda la entidad y conseguir atraer reflectores que no hubiera obtenido de otra manera.
Esta semana los diputados estuvieron en Altamira haciendo más “show” que otra cosa, pero Ramos se salió con la suya; su aspiración, parece, es convertirse en una carta alternativa a los actuales candidatos, si es que éstos se metieran en una disputa que termine anulándolos.
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