“Vamos a empoderar al policía municipal, porque hay un dicho muy popular que dice: el ladrón no roba en su barrio” Manuel Baldenebro. Candidato a gobernador de Sonora, por el Partido Encuentro Social.
LO CLARO. Excelente disposición llevan a efecto alumnos de nivel licenciatura.
En repetidas ocasiones, todos los opinadores hemos tocado el tema del emprendedurismo, definiendo éste como una cultura que no se aprende en la última clase del último semestre de la universidad y se pone en marcha con las habilidades necesarias para ver resultados.
Es menester el impulso al emprendedurismo, como herramienta diaria; que se conoce desde las primeras letras impartidas en las aulas.
Así, la Universidad Autónoma de Tamaulipas, lleva a cabo la interesante dinámica que encabezan alumnos de la Unidad de Ciencias, Educación y Humanidades, con alumnos de primaria. Mediante el proyecto “Mi Primera Empresa; aprender jugando” involucran a los párvulos en la disciplina del emprendimiento como cultura económica.
“Los niños emprendieron y ahora tienen productos que vendan. La idea es arraigar la cultura del trabajo” manifestó uno de los alumnos que impulsan esta iniciativa.
LO CLAROSCURO. En este segmento –con la disculpa anticipada- mezclaremos un poco la ‘primera persona’.
En una cátedra de administración pública, el académico compartía los pormenores necesarios para acceder a una candidatura a un puesto de elección popular. Para poder votar y ser votado.
Mi antagonismo en la ilustración de nuestros representantes, hizo manifiesta la pregunta al catedrático: ¿por qué no se exige un grado mínimo de preparación, que acredite que el postulante tiene los conocimientos necesarios para ser alcalde, diputado, senador, etc.?
La respuesta, define ‘el todo’: la Constitución así lo establece. Todos los mexicanos en ejercicio de sus derechos –salvo los condenados- pueden votar y ser votados. Representando etnias, sectores poblacionales y demás, sin distingos. Así es la democracia.
La misma democracia que antaño la hacían resplandecer en las curules –que eran la voz del pueblo- personajes de la talla de Belisario Domínguez; Benito Juárez, José Miguel Ramos Arizpe, Aquiles Elorduy –partidario de Madero, de corriente derecha-, María Lavalle (primera senadora, 1964).
Hoy, en la contienda popular encontramos personajes de la estatura de Cuauhtémoc Blanco, que pretende ser alcalde de Cuernavaca PSD; Carmen Salinas PRI a diputada; Alejandro Camacho (Cuna de Lobos) PES, diputado; Daniel Osorno, ex futbolista y candidato a alcalde de El Salto, Jalisco; por una coalición. Andrés García (el de la bombita), para alcalde de Acapulco.
En mi particular circunstancia, vería con reticencia una idea loca de aplicar a una concejalía municipal (regidor); pues la enorme responsabilidad de dar cuentas a la población del ejercicio de gobierno y del desempeño de funciones en la ejecución del gasto público, aterra ante el desconocimiento del puesto.
4 billones 694 mil 677 millones 400 mil pesos; es el presupuesto de la federación a ejercer en este 2015.
Significa que en un entorno similar para el 2016, Carmelita Salinas y su aventurera; o el hijo prodigo de Cuna de Lobos, tendrán la responsabilidad por separado de disponer el ejercicio democrático entre 500 representantes, de 9 mil 389 millones 354 mil 800 pesos cada uno; atenidos a su vasta experiencia legislativa en salud, educación, seguridad pública, asistencia social, programas de empleo, de innovación tecnológica.
Dicen los directivos de los partidos, que la falta de credibilidad en los ‘políticos de alcurnia’, estos han tenido que acudir al ‘arrastre’ de deportistas y actores.
Recientemente un medio nacional, destacó el pobre discurso de atracción de simpatizantes de los coloquiales aspirantes a representantes.
Desde el lenguaje vulgar –utilizado con insistencia por el ‘Bronco’ de Nuevo León- hasta la “falta de inocencia” como el de un aspirante a diputado del Partido Humanista “mi mayor defecto, es ser mexicano”.
Luego, ya en el poder, se asignan presupuestos para ‘entender de leyes’. Con clases y seminarios de comprensión legislativa; que precisamente en el tercer año de gestión, declaran a medios “debían ampliar el término legislativo a 4 años o permitir la reelección inmediata. Porque ¡apenas le vamos entendiendo y ya nos vamos!” poseo algunas declaraciones que avalan lo dicho.
COLOFÓN: Era entonces, una fenomenal burla a la política, el que las boletas electorales de antaño se pudiera leer de letra y puño del votante “mi voto por Cantinflas”. Estamos a centímetros de cambiar el eslogan de ‘la Patria es Primero’, por “¿cómo te quedó el ojo, chato?”
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