GUADALAJARA, Jalisco.- Las Chivas no pudieron con el Morelia, el último en la clasificación y perdieron 3-2, resultado con el que propiciaron una edición más del Clásico Tapatío.
Con 27 puntos en la fase regular, los rojiblancos se medirán al Atlas, que sumó 28.
En la llave de Cuartos de Final, las Chivas recibirán a media semana y cerrarán en el Estadio Jalisco.
De cara a la Liguilla, los del “Chepo” llegarán al Clásico con más dudas que certezas, pues no han ganado en los últimos 3 partidos (contra América, Tigres y Morelia), y en producción de puntos cosecharon 2 unidades de 9 posibles.
Del funcionamiento poco se puede rescatar. La victoria de los purépechas tendrá mucha repercusión para la campaña 2015-16 en el descenso, pues recortaron a 4 puntos la diferencia en el cociente.
El partido no fue lúcido en el Estadio Omnilife ni en la cancha, ni en la tribuna. El Guadalajara llegó clasificado al encuentro, tal vez por eso bajó la intensidad.
El arquero Jorge Villalpando fue un excelente comparsa de las Chivas, pues se mostró muy nervioso cuando jugó el balón con los pies, de hecho regaló el primer tanto de los rojiblancos.
La pizarra se movió rápido, pues al minuto 5 Ignacio González aprovechó un desconcierto de la zaga rojiblanca, pero al 17?, apareció el titubeo de Villalpando al quererse quitar a Carlos Fierro y éste no desaprovechó.
El empate parecía que le daría a las Chivas un mejor manejo de partido, pero no fue así.
En la mitad de la cancha perdieron muchos balones, pues Carlos Salcido no estuvo fino en la distribución.
Antes de irse al descanso el Guadalajara recibió un fuerte golpe, pues Jefferson Cuero marcó el 2-1.
Una vez más tendrían que remar contra corriente.
El “Chepo” no tuvo que hacer grandes modificaciones. La convicción y el hambre que mostró Raúl López para producir el empate rebasa cualquier esquema, ya que desbordó por toda la derecha y luego sirvió para Marco Fabián, quien cantó el gol.
En la conclusión del partido Salcido cometió mano en el área, sí, penal a favor del Morelia que anotó Armando Zamorano para sentenciar el partido y tomar oxígeno puro en el descenso.