EL MANTE, Tamaulipas.- Para algunos empresarios de juegos infantiles, el carrusel de caballos metálicos dejó de ser una atracción para las nuevas generaciones, por lo que decidieron innovar empleando a un carrusel por lo menos cuatro “ponis” reales que llegan a trabajar hasta cinco horas ininterrumpidas.
De la novedad de los infantes pasó al enojo de los adultos, quienes presencian cómo estos corceles miniatura son sometidos a trabajar en condiciones precarias, atados a una estructura metálica y a realizar incontables vueltas como parte del servicio de diversión infantil que ofrecen en la Feria.
A simple vista se puede percibir que algunos de estos caballos poni se encuentran cansados, posiblemente con hambre o sed, algunas hembras incluso con una cría a un costado recorriendo al paso de su madre.
Por 40 pesos o menos, los infantes montan sobre el lomo del poni hasta cinco minutos, en raras ocasiones quienes están al frente del negocio liberan por un par de horas a los más cansados mientras que su espacio es cubierto por corceles más pequeños, pues el tiempo es oro para los empresarios y la casa pierde.
“En Tamaulipas la ley para la protección de los animales es letra muerta, preferimos voltear la vista y no pasa nada”, señaló uno de los padres, quien retiró del lugar a su hijo mientras este le insistía en que lo subieran al carrusel.