NUEVA YORK, EUA.- En Nueva York, los niños hispanos enfrentan severas dificultades que ponen en duda su alcance al “sueño americano” y muestran los daños colaterales de vivir sin papeles y con bajos ingresos en Estados Unidos.
En educación, por ejemplo, los índices de deserción escolar son más altos entre los hispanos que entre los afroamericanos y los blancos, según un informe del Comité Ciudadano para los Niños.
Los niños latinos tienen peores calificaciones en lectura y matemática y casi la mitad no concluye sus estudios.
Detrás de esto hay una compleja realidad: 38.9 por ciento vive en la pobreza, uno de cada cuatro en hacinamiento y muchos de ellos pertenecen a familias indocumentadas.
“Si tengo que trabajar 18 horas al día para alimentar a mis hijos, vestirlos y ponerles un techo, ¿qué tiempo me queda para ayudarlos con la tarea, vigilarlos, ayudarlos? Ahí, hay un vacío grande”, dijo María Astudillo, directora de Servicios de Salud Mental de la Sociedad de Ayuda para los Niños.
“Esa parte de la educación hacia los padres, la ayuda, el apoyo, es esencial”, agregó.
Además, se enfrentan al racismo, la discriminación y el temor de que sus padres sean deportados.
En Washington Heights, uno de los barrios más pobres de Manhattan, Astudillo dijo que ve un problema recurrente: niñas que se presentan con pensamientos suicidas, un fenómeno que, a veces, está vinculado con el ajuste cultural al país.
Paradójicamente, muchos padres hispanos traen a sus niños con la ilusión de que aquí tendrán una mejor vida.
“La gente viene con esa intención. Creo que, desgraciadamente, ese ‘sueño americano’ se desinfla rápidamente cuando tienen que enfrentar la realidad que hay aquí”, sentenció Astudillo.
Krystal Reyes, directora ejecutiva de la Alianza para los Niños de Hunts Point, un barrio del Bronx, el rincón más latino de la ciudad, coincidió en que la pobreza es la principal dificultad que enfrentan los niños y jóvenes latinos.
“Para los latinos en particular, la tensión de vivir en pobreza puede agravarse debido a la dificultad de navegar el sistema escolar cuando los padres no hablan inglés, o han tenido malas experiencias con el sistema en el pasado”, señaló a Grupo REFORMA.
Reyes siempre habla con sus estudiantes sobre el dilema de abandonar la escuela para trabajar o buscar una educación universitaria que redituará en el futuro.
“Vemos niños, jóvenes que son los primeros en su familia en atender a la universidad, quienes ayudan a sus hermanos a navegar el proceso.
“Reconocemos el enorme impacto positivo que sucede cuando una sola persona en una familia recibe un título universitario. Puede levantar a toda la familia e inspirar a otros miembros de la comunidad a realizar lo mismo”, afirmó.
Reyes destacó el impacto positivo de los alivios migratorios otorgados a los jóvenes por el Presidente Barack Obama.
Astudillo, en tanto, dijo que una reforma migratoria es esencial porque es parte de la supervivencia en Estados Unidos.