La LXII Legislatura lleva un sello transformador para nuestro país. Cada una de las reformas que se discutieron y aprobaron durante este periodo tienen un impacto social importante para las familias mexicanas, si bien muchos de los beneficios se verán en el mediano y largo plazos, las bases para mejorar la calidad de vida de todos ya están puestas.
Las reformas en materia económica, sin duda, son la oportunidad para mejorar la administración de nuestros recursos. La reforma energética, con sus leyes secundarias, crean una serie de modificaciones que nos permitirán potencializar la riqueza del sector, toda vez que detona inversiones y un crecimiento sostenido para el país. La reestructuración y las nuevas regulaciones de todo el sector crean un marco jurídico que nos pone a la vanguardia internacional para competir con más fuerza.
El aumento de ingresos del sector energético conlleva a que existan más recursos para el desarrollo social, es decir, más carreteras, mejores servicios de salud y educación, pensiones, más inversión en ciencia y tecnología, inversiones para disminuir costos ambientales, entre muchos otros. El Fondo de Servicios Universales Eléctricos, creado con la reforma, financiará las obras de electrificación necesarias para dar acceso a los más de dos millones de mexicanos que no cuentan con energía eléctrica.
Entre los beneficios que ya se perciben se encuentra la reducción de 9.8% de las tarifas eléctricas para el sector doméstico de alto consumo; de entre 23%y 31% para el sector industrial; de entre 10% y 20% para el sector comercial. También, se reducen los contaminantes en la generación de energía eléctrica y las tarifas de electricidad y gas seguirán bajando.
Con la reforma en telecomunicaciones se crean muchos beneficios para las familias al incentivar una mayor competencia en el sector y la cobertura universal en los servicios de televisión, radio, telefonía y datos. Los cambios aprobados facilitan la competencia e impulsan la modernización del sector al mismo tiempo que se fortalecen los derechos fundamentales al ampliar las libertades de expresión y de acceso a la información. Ejemplos de los beneficios inmediatos son: la reducción de las tarifas de telefonía celular y la eliminación de la larga distancia nacional.
La reforma laboral ha permitido generar empleo formal: se han creado más de 960 mil nuevos puestos de trabajo asegurados al IMSS. Aunado a ello, se ha propiciado que mayor número de trabajadores del sector formal puedan obtener créditos accesibles: se han incorporado al INFONACOT casi 184 mil centros de trabajo.
Asimismo, la Constitución se modificó para impulsar una política de recuperación del salario mínimo, desvinculándolo de otras medidas económicas. Con esto se busca que el poder adquisitivo incremente.
Se legisló para proteger a los pequeños ahorradores con la nueva Ley de Ahorro y Crédito Popular, así como con la regulación de las casas de empeño. Esta legislación da certeza a la población y capacidades a la autoridad para intervenir y actuar ante cualquier anomalía.
Diversas modificaciones han tenido como objetivo fomentar la competencia económica en beneficio del consumidor, protegiendo sus derechos y creando condiciones que permitieran contar con mayor número de opciones de bienes y servicios a mejor precio y de mayor calidad.
También se benefició la productividad con la reforma para modernizar el transporte ferroviario, con el cual se favorece la interconexión de servicios de carga y transporte, se reducen las tarifas de los servicios, entre otras cosas.
Las reformas y la expedición de nuevas leyes que impulsen el desarrollo y mejoren la economía han sido integrales. Diversos beneficios ya se comienzan a ver, pero hay otros que requieren tiempo y trabajo constante para hacerlas realidad. Tenemos las bases institucionales para lograrlo y la voluntad para seguir trabajando más allá de esta legislatura.