MÉXICO, D.F.- La coalición antiyihadista liderada por Estados Unidos apoyó en París el plan militar y político de Irak para reconquistar sus territorios tomados por el autodenominado Estado Islámico (EI) y abogó por un proceso político en Siria bajo la égida de la ONU.
El Estado Islámico controla ya un tercio de Irak y media Siria. Una extensión de unos 300 mil kilómetros cuadrados. Los 4 mil bombardeos de la coalición internacional en nueve meses no han detenido su avance.
La toma por los yihadistas de Ramadi y Palmira el mes pasado saltaron las alarmas.
Por eso, 25 representantes de países de la coalición fueron convocados en la Ciudad Luz para revisar la estrategia.
Proseguirán los bombardeos, pero ahora hay una mayor apuesta por las vías políticas en ambos países.
Bajo la presidencia conjunta del Ministro Francés de Exteriores, Laurent Fabius; el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos, Anthony Blinken, y el Primer Ministro iraquí, el chií Haidar al Abadi, los reunidos también exigieron a este último una política más inclusiva con los suníes.
Las tribus de estos muestran enormes recelos ante las tropas iraquíes, con mayoría de mandos chiíes, y sobre todo ante las milicias armas y protegidas por Irán.
Abadi declaró tras la reunión en el Quai d´Orsay que se compromete a realizar reformas, pero que la amenaza yihadista no es solo para Irak, sino para toda la región y para todo el mundo.
Por eso, exigió una mayor colaboración no solo para formar y rearmar a su Ejército, sino también para frenar el flujo de combatientes extranjeros y la reventa ilegal de petróleo.
Por su parte, el subsecretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que es un buen plan, militar y político, para intentar reconquistar la provincia de Al Anbar, en el oeste de Irak.
El Ministro galo declaró que existe una total determinación en la lucha contra el EI, que constituye un combate de largo plazo.
Blinken anunció una próxima entrega de armas anticarro a Bagdad.
Los medios europeos marcan que fue una prueba más de que la coalición tiene decidido mantener su estrategia militar.
«Nuestra determinación es total?, aseguró Fabius.
«Los bombardeos son una buena estrategia», señaló Blinken.
Pero ambos defendieron también la opción política.
Llamaron al pronto lanzamiento de un verdadero proceso político inclusivo, bajo el auspicio de Naciones Unidas para restablecer la paz en Siria.
Este proceso se apoyará sobre principios ya determinados por la comunidad internacional pero nunca concretados, a saber la creación de un Gobierno provisional que incluya representantes de la Oposición y del régimen actual.
En su declaración común, los países y organizaciones presentes en París señalaron también la incapacidad y la falta de voluntad de régimen de Bashar al Asad para luchar contra Daesh, acrónimo árabe del EI.
Pero para que cuadre esta nueva estrategia político-militar, el tablero se complica día tras día.
A las divisiones religiosas, las milicias o grupos rebeldes diversos, el papel de Rusia o Irán, se suman las diferentes tácticas que siguen en la zona Turquía o Arabia Saudí, entre otros que, aun siendo miembros de la coalición, sostienen por su cuenta a aliados en la contienda multilateral.