CARACAS, Venezuela.- Economistas la calculan por encima de 100 por ciento en lo que va de 2015, por lo que la gente afronta serias dificultades para adquirir enseres domésticos, repuestos, boletos de avión, ropa, cosméticos, casi cualquier bien que no se importe con dólares preferenciales.
Verónica Molina contó a REFORMA que en mayo del año pasado compró una llanta para su vehículo en 4 mil 500 bolívares (55 dólares según la tasa no oficial de ese momento). Hoy, esa misma llanta cuesta 18 mil bolívares, casi tres veces más que el salario mínimo vigente (16 dólares calculado a dólar negro).
“Voy a tener que dejar de hacer mercado para arreglar el carro”, lamentó.
La escasez de repuestos pone a los propietarios de vehículos en una disyuntiva: dejar el automóvil estacionado hasta encontrar la pieza en bolívares o comprar dólares en el mercado negro -que registró un incremento de mil 600 por ciento en los dos años de gestión del Presidente Nicolás Maduro- para adquirir los repuestos en Colombia o Estados Unidos.
La situación es más dramática con los boletos aéreos. Hoy es casi imposible comprar un vuelo hacia el exterior en bolívares.
Aunque ningún vocero oficial lo reconoce, las aerolíneas venden en dólares, a la espera de que el Gobierno les cancele los 3 mil 600 millones de dólares que les adeuda.
Un boleto de Caracas a la Ciudad de México, por ejemplo, cuesta unos mil dólares si se cotiza a través de una agencia de viajes.
Los buscadores de vuelos en internet arrojan mensajes como: “Por favor, confirma que dispones de una tarjeta de crédito extranjera” o “En estos momentos nos es imposible confirmar la venta de boletos aéreos con tarjetas de crédito emitidas en Venezuela”.
Roberto León, presidente de la Asociación Nacional de Consumidores y Usuarios de Venezuela, dijo a REFORMA que la venta de pasajes en dólares viola el derecho al libre tránsito de los ciudadanos.
“Es absurdo que el Gobierno se niegue a levantar el control cambiario, pero admita que se vendan pasajes en dólares si no hay un acceso libre a las divisas”, apuntó.
León añadió que la ropa, el calzado y los productos de aseo personal y cosméticos engrosan la lista de bienes que se han vuelto “impagables” para los venezolanos.
El economista Luis Oliveros explicó que los precios de estos rubros se han disparado porque se están calculando a la tasa cambiaria del mercado negro.
“Las empresas que no consiguen dólares del Gobierno para importar tienen que recurrir al dólar no oficial para pagar sus deudas con los importadores en el exterior y reponer inventarios. Por eso, la solución a la crisis económica requiere que se levante el control cambiario”, señaló Oliveros.
El sistema cambiario venezolano entrega divisas a tres tasas: 6.30 bolívares por dólar para alimentos y medicinas; subastas que arrancan a 12 bolívares por dólar, y 198.4 bolívares por dólar para importaciones no prioritarias.
A finales de mayo, el diputado oficialista Jesús Farías aseguró que el Gobierno estudia la posibilidad de migrar hacia una tasa de cambio controlada y una libre, para derribar al dólar paralelo.
La inflación anualizada de 2014 fue de 63.4 por ciento. El Banco Central de Venezuela no ha revelado este valor para 2015. Los cálculos de consultoras privadas pronostican que la inflación puede escalar entre 125 a 190 por ciento este año.