Contrario a épocas pasadas y después de una irrefutable victoria en las elecciones del pasado domingo vimos a un priismo tranquilo y sereno, sin poses triunfalistas y cuando mucho con una que otra discreta manifestación de alegría, lo que quiere decir que los tiempos han cambiado bastante y ahora se festejan los priistas con un abrazo, una sonrisa y la satisfacción del deber cumplido.
Los tiempos aquellos cuando se recorrían las calles en vehículos cargados de gente, gritando por todo el pueblo una victoria electoral, con pachangas de por medio y una que otra cervecita entre espinazo y pecho quedaron atrás; hoy el priismo cuerudo o al menos en el pueblo de mis mayores, el triunfo se recibió en calma y los directivos después del conteo de votos se fueron a disfrutar de un bien merecido descanso.
Tal vez los héroes estaban fatigados o quizás fueron las órdenes recibidas pero el caso es que no hubo alboroto alguno, todo mundo se recogió temprano en su casa y salvo una que otra reunión en privado, pero de ahí no pasaron, lo que para mi muy personal criterio es sinónimo de madurez política y esto quiere decir que cada día, cada año los tricolores reciben con ecuanimidad una victoria o una derrota. Hoy fue una irrefutable victoria electoral.
En Llera, por ejemplo, había una notoria tranquilidad pues no hubo borracheras de por medio, tampoco carnes asadas y cada uno de los directivos encabezados por Mayela García Camarillo y Javier Sánchez García lo que más deseaban era irse a dormir la mona después de saber que habían arrasado.
Posiblemente el día de mañana habrá festejo en grande para agradecer la gran participación ciudadana, pero por el momento se me engarrotan todos ahí y nada de andarse mofando de nadie, pues la victoria electoral lograda bien que lo merece y los vencidos también merecen respeto.
Digo lo anterior, porque ayer que visitamos las oficinas centrales del PRI todos estaban en santa paz y aunque el estacionamiento como sus alrededores se encontraba a reventar de vehículos, lo cierto es que observamos una felicidad, seria y notoria, pero la gente de varias municipalidades entraba y salía con sus carpetas en la mano, se saludaban, se abrazaban y se platicaban entre sí los pormenores de la victoria pero sin poses triunfalistas.
Platicamos con algunos directivos pero lejos de ufanarse sólo alcanzaban a decir: Ganamos, para posteriormente agregar con cierto disimulado orgullo que la gente le respondió a su partido como a sus candidatos y esto es prueba de que el Revolucionario Institucional supo escoger a sus mejores hombres y mujeres como candidatos.
A propósito, fuimos informados por los directivos de prensa que Rafael González Benavides realizará en breve un recorrido por todo Tamaulipas para festinar el triunfo, pero sobre todo para agradecer a la militancia el que hayan confiado en ellos pero sobre todo en quienes hoy serán sus representantes en San Lázaro.
Es bien cierto que el desánimo se apoderó de los priistas cuando veían que por la mañana la gente se reusaba salir a votar pero pasado del mediodía todo cambió, poco a poco como hormiguitas se fueron acercando hasta las ánforas a depositar el sufragio a favor del priista Alejandro Guevara Cobos como de su suplente Julio Portales, y fue así como se escribió la historia del pasado domingo. El PRI ganaba y quedaba confirmado de que el partido tricolor sigue siendo la mejor opción política para Llera: Alejandro ganó y con amplio margen de votación. HASTA MAÑANA Y BUENA SUERTE