1.- El jueves anterior por la tarde-noche el autor de esta columna transcurrió por una de las jornadas más memorables de su existencia. Presentó su libro “Érase un periodista” en el emblemático café DEGAS del centro Metropolitano de Tampico. Ahí fue favorecido por la generosidad de Amparito González Berumen, incansable promotora de las cosas por las cuales vale la pena vivir, entre ellas la amistad y la fraternidad en el más excelso sentido humano, además de la cultura por supuesto, elevada al exquisito rango del bien común, es decir, el bien que es de todos y para todos, sin diferencias que la limiten o condicionen. Gracias a Amparito y a nuestros directivos de Expreso y La Razón, Pedro Alfonso García, Francisco Cuéllar y Melitón García, fue posible reunir a un público amigable que disfrutó de una velada que se alargó hasta la media noche, aunque bien pudo llegar hasta el amanecer y tal vez más allá.
Fue una jornada memorable, digo, en la que se compartieron opiniones, dudas y probables respuestas en torno al oficio periodístico y a otros muchos temas que inquietan y duelen a la república. Críticas y coincidencias con la palabra al viento, la que no sabe de ataduras. Y es que DEGAS es un territorio donde las manifestaciones culturales y artísticas, incluso políticas, fluyen con la libertad que prodiga la conciencia independiente pero comprometida con la sociedad y sus circunstancias. Debieran existir muchos DEGAS, como aquellas viejas tribunas abiertas a la razón ciudadana que originaron la democracia, que lamentablemente en nuestro país es concepto simulado, olvidado o bien tergiversado por la oligarquía tradicional del subdesarrollo político- social.
El autor de “Érase un periodista”, es decir, el columnista, tiene razón en estar feliz. En Tampico conoció a una nueva familia formada por amigos que seguramente lo serán para siempre y a un público entusiasta, aunque también preocupado por la fragilidad de las instituciones que no parecen estar al nivel de las exigencias de las víctimas del poder y la impunidad. ¡Gracias, Tampico!, ¡gracias, Amparito González Berumen!…Larga vida para DEGAS.
2.-Mientras tanto, no hay duda que después de los resultados del domingo siete la sucesión estatal se complica. Las opiniones importantes aumentan al igual que el número de presunt@s agregándose la figura del veto. Y es que Tamaulipas ya no será presa fácil de los grupos del centro, porque ahora el estado contará con su propio peso específico en la toma de gran decisión y hasta es probable que exista la oportunidad de proponer, con la seguridad de que ahora mismo el tricolor no tiene enemigo que le haga sombra, después de que sus adversarios quedaron reducidos a menos cero.
De manera que el CEN del PRI la tendrá difícil allá por diciembre, cuando deba perfilarse el abanderado a la gubernatura. Está claro que la guerra se intensifica hacia el interior con dos posiciones perfectamente identificadas, la del centro y la local. ¿Alternancia en Tamaulipas?, ¡ni pensarlo!, ¿la aparición de un “bronco” que le ponga sabor al proceso del 016?, ¡menos!. En el nuevo escenario se fortalecen cuatro aspirantes, a saber: Alejandro Guevara Cobos, Edgardo Melhem Salinas, Miguel González Salum y Merceditas del Carmen Guillén. ¿Estamos hablando de la virtual eliminación de otros dos considerados como íconos en tricolor?, uno que pasa directito a la cámara de diputados en esta nueva hornada, otro que está al punto de cumplir su misión parlamentaria después de realizar una de las tareas prioritarias del régimen de Peña Nieto como presidente de la comisión de energía. A lo mejor, es posible, tal vez, quizá, es probable, igual y sí. Uno nunca sabe.
Verdad sea que las fuerzas locales en el PRI se han transformado y hasta pudiera ocurrir que condicionaran “el destape” del inminente candidato a la gubernatura.
Por otra parte, decir que el PRI borró al PAN del estado es decir lo menos, con todo y Francisco García Cabeza de Vaca, los Verástegui y toda esa fauna pintada de azul que por efectos del sensacionalismo estaba convertida en “el cuco” resultando al final de cuentas dócil mascota y de las más pequeñas e inofensivas. Ahí te hablan Lety.
SUCEDE QUE
Si usted pensaba que Emilio Chuayffet vivía sus últimos días al frente de la SEP, estoy en la obligación de decirle que está equivocad@ porque el funcionario va de nueva cuenta sobre los pobres maestros y pue-que con más coraje. Y es que en eso de la evaluación ha sido alentado por los rabiosos enemigos de la educación popular, nacionalista, laica y gratuita…Por otra parte, que Cuauhtémoc Blanco va a gobernar Cuernavaca con los pies, si es que lo ratifican, si no psss no. En este sentido la raza dice que al menos ya tiene experiencia…Y abrumados por la política e incidentes al canto, pocos ponen atención al incremento del costo del dólar, cuyo precio en los últimos días bordea los diez y seis pesos por unidad. Que lo expliquen los cerebros financieros que tanto presumen “el apoyo” al peso colocando cientos de millones de dólares a la venta cada rato. Videgaray y Carstens están fallando y ni modo que sea invento. El escribidor no entiende, antes el supremo gobierno decía que la economía gringa arrastraba a la mexica para bien o para mal, ahora resulta que si le va bien a los EU nos va de la patada a los naturales de este país. Total que de cualquier forma te llamas Juan Domínguez.
Y hasta la próxima.