MÉXICO, D.F.- Dejar de vivir en un convento de Cataluña para ser candidata electoral de Proceso Constituyente (Procés Constituent, en catalán) para las elecciones autonómicas del 27 de septiembre, es lo que se propone la monja Teresa Forcades, quien colgará su hábito durante unos años.
Pero lo deja con el firme objetivo de cambiar una sociedad enferma y con la esperanza de llevar a cabo una coalición de izquierdas que podría lograr un cambio en Cataluña, dijo en entrevista con The Guardian.
Esta atípica religiosa benedictina es doctora en medicina y licenciada en Harvard, además de comprensiva con el aborto y defensora de la anticoncepción, por lo cual, según el medio español El Confidencial, es vigilada muy de cerca por los Obispos de Vich y San Feliú de Lobregat por petición de altas instancias.
Forcades es muy conocida en la zona desde que en 2009 llevó a cabo una dura campaña contra las farmacéuticas por la vacuna de la gripe aviar.
Inspirada por la teología de la liberación, esta mujer de casi 50 años ataca con dureza la corrupción y el sistema capitalista, defiende nacionalizar bancos y empresas energéticas y propone una declaración unilateral de la independencia en su región natal de Cataluña.
“Creo que estamos en un momento muy particular, estamos todos de acuerdo en que necesitamos un proceso constituyente desde abajo. Y, si lo hacemos, esa es la verdadera revolución en Cataluña”, aseguró la monja al medio británico.
En su último libro, “Está en nuestras manos”, Forcades aboga por cambiar el sistema para que haya más justicia social y se muestra crítica incluso con la Iglesia.
Su exclaustración es temporal, de un año prorrogable hasta tres, con el objetivo de concurrir a las elecciones como cabeza de lista del partido Proceso Constituyente, que cofundó con el economista Arcadi Oliveres en 2013.
Proceso Constituyente forma parte de la coalición Barcelona en Comú (BeC), en la que también se encuentra Podemos, que logró llevar al Ayuntamiento de Barcelona a la primera mujer Alcaldesa de la capital catalana, la también activista Ada Colau.
“Si una monja puede estar fuera del convento para cuidar de su padre o madre enfermos, también debe poder estarlo si, en consciencia, cree que es el país el que está enfermo y puede hacer algo por él”, explicó Maite García, su portavoz a la Agencia France Presse.
Forcades, quien consiguió el permiso del Vaticano y de la diócesis a la que pertenece su convento, no dejará de ser monja, solamente vivirá fuera del claustro y vestirá de secular.
Una de las primeras actividades en su nueva vida política será embarcarse en la llamada “Flotilla de la Libertad” que partirá con rumbo a las costas de Israel para denunciar el bloqueo de la franja palestina de Gaza.
Antes, participará este domingo en la asamblea general de su partido donde probablemente la escojan como cabeza de lista para los comicios de septiembre.
Aunque formalmente son unas elecciones para renovar el parlamento regional, los partidos nacionalistas las presentan como un plebiscito para iniciar un proceso de secesión en esta importante región del noreste del país, donde creció el independentismo en los últimos años.
La religiosa aseguró a varios medios catalanes que regresará al convento cuando concluya el proceso soberanista, previsto para mediados de 2017, si los independentistas ganan las elecciones de septiembre.