Esdras Romero Vega, ahora diputado federal electo, ha ganado en todas las elecciones en las que ha sido candidato. Va invicto.
Cuando el alcalde con licencia de Ciudad Madero fue designado candidato del Revolucionario Institucional a la diputación federal por el Séptimo Distrito, una buena cantidad de ‘despistados’ comenzaron a cuestionar la decisión con la supuesta intención de descarrilar el proyecto del sindicalista petrolero.
Por supuesto, esos críticos, presuntos analistas, se volvieron a equivocar. Y el error de apreciación partió de no observar lo elemental: la estadística, los antecedentes, las cifras arrojadas por las urnas, la historia reciente.
Hace 6 años, Esdras Romero compitió por primera vez por la diputación federal por el Distrito Siete, pero lo hizo en calidad de suplente. El titular de aquella fórmula priista fue Javier Gil Ortiz, entonces presidente municipal de Altamira.
La dupla fue muy efectiva en las urnas. Juntos obtuvieron un total de 61 mil 043 sufragios. El triunfo fue un virtual y aplastante dos a uno frente a una desconocida candidata de Acción Nacional, la que apenas obtuvo 36 mil votos.
Con ese triunfo, Javier Gil se instaló los tres años en el Congreso de San Lázaro, mientras que Esdras Romero Vega se perfiló directo y sin escalas hacia la candidatura a la diputación local por el distrito sur de Ciudad Madero.
Ya como candidato, el sindicalista se llevó el triunfo de forma clara y contundente: sumó 26 mil 275 votos. Su contrincante, la entonces panista, pero ante todo empresaria Alma Guevara Ruiz, se quedó con 16 mil 444 sufragios.
La diferencia fue de casi 10 mil boletas electorales cruzadas a favor de quien era el secretario general de la Sección Uno del Sindicato Petrolero de la República Mexicana (STPRM).
Con un trabajo basado en la gestión, Esdras Romero se catapultó de la diputación local a la candidatura del PRI a la presidencia municipal de Madero en la elección de 2013.
Una vez más, algunos grupos de poder y de interés intentaron hacerlo a un lado y ‘vender’ la idea de que se requería otro tipo de perfil para ganar la contienda electoral, la que, pronosticaban, iba a ser peleada con Acción Nacional.
La realidad fue que Esdras Romero volvió a realizar una intensa actividad proselitista, una campaña electoral sustentada en el contacto directo con los ciudadanos y, una vez más, obtuvo la victoria en las urnas.
Fueron 30 mil 392 votos a favor del representante de la Sección Uno del STPRM. En esa ocasión, sacó una diferencia de más de 7 mil sufragios a su adversario, el empresario Agustín de la Huerta Mejía, y de casi 19 mil sufragios a otro contrincante, al hijo de ‘La Quina’, Joaquín Hernández Correa, que fue el aspirante del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Ese triunfo tuvo además otro significado especial: la actual dirigencia del sindicato petrolero derrotaba a los fantasmas del pasado gremial. Con ese contundente reflejo de las urnas, se decretó prácticamente el fin del quinismo, la conclusión de una época política, social y sindical en Ciudad Madero.
Con esos antecedentes triunfadores, Esdras Romero fue designado candidato del PRI a la diputación federal por el Distrito Siete, que comprende los municipios de Madero, Altamira y Aldama.
Desde el comienzo, en base a los análisis serios, basados en la estadística, el diagnóstico de los grupos de poder que operan en cada municipio y la proyección de escenarios, el alcalde con licencia de la urbe petrolera partió desde el arranque como favorito indiscutible para ganar la diputación federal.
Y así sucedió: Esdras Romero obtuvo 56 mil 988 votos y barrió y trapeó el proyecto de Acción Nacional en el Distrito Siete, cuya candidata fue Silvia Cacho, que sufrió su cuarta derrota en las urnas. La candidata panista se quedó con solo 24 mil 858 sufragios. Ni las manos metió.
Una vez más, Esdras Romero Vega demostró que es un candidato efectivo y probado en las urnas. En las cuatro elecciones en que ha sido candidato, las cuatro las ha ganado bien, de manera clara y rotunda.
Así, el alcalde con licencia de Ciudad Madero ahora es diputado federal electo, sin olvidar que ejerce una gran influencia en la Sección Uno del STPRM. Es, sin duda, uno de los personajes más relevantes del escenario político del sur de Tamaulipas, una trayectoria probada en el juicio democrático de las urnas.
