“La adulación, es una moneda que empobrece…al que la recibe” Duquesa de Abrantes.
LO CLARO. Por fin vemos la culminación de los sesenta días más largos del año. Y no en términos de canícula o temporadas de huracanes. Pues la veda electoral imponía una desaceleración de las actividades de todas las ciudades del país.
Con la nueva visita al Estado de Tamaulipas por parte del General Secretario de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos, constatamos la disposición y grado de involucramiento de todos los órdenes de gobierno en la búsqueda del anhelado clima de paz y de rehilvanado del tejido social.
Los aportes presupuestarios en materia de infraestructura y equipamiento que el Ejecutivo estatal Egidio Torre Cantú dispone para trabajar en forma conjunta, son apreciados en su magnitud por quienes representan el brazo fuerte de la Ley.
LO CLAROSCURO. Y así como la Casa del Rey, no está lista aún para empoderar a la mujer; lo demuestra con la susceptible “desmonarquización” de la hermana-duquesa del Rey Felipe de España. Quien sin explicación de por medio, retiró el título de duquesa de Palma de Mallorca a la Infanta Cristina, casada con el corrupto –y ‘naco’, para la realeza- Iñaki Urdangarin.
“Así lo dispongo…” sería la mejor explicación que el Rey firma al calce del documento que ‘desafuera’ a la ex monarca.
Tampoco la democracia mexicana está muy convencida en circunstancias de sus representantes.
La historia registra seis mujeres entronizadas en la máxima representación de un estado federativo (Griselda Álvarez PRI, Colima 1975; Beatriz Paredes PRI, Tlaxcala 1987; Dulce María Sauri PRI, Yucatán 1991; Ivonne Ortega PRI, Yucatán 2007; Rosario Robles PRD, D.F. 1999; Amalia García PRD, Zacatecas 2004.
En el presente, la priista Claudia Pavlovich será de nueva cuenta, una sola flor entre 32 mandatarios estatales. Representando como gobernadora al Estado de Sonora.
Fuera quedaron los intentos de Ivonne de Nuevo León, de Sonia Mendoza por San Luis Potosí y de Cocoa Calderón por Michoacán.
Las modificaciones a las regulaciones de inclusión de géneros en los partidos, estipulan ya la consideración equitativa de participación por cargos de elección popular.
Lo que en términos reales, significa que el bronco debía vestir faldas, junto a otros 15 gobernantes estatales.
De ser cierta esta premisa, más de mil féminas debían regir igual número de alcaldías. El número de municipios en el país, superan los 2 mil 400 y existen –antes del 7 de junio pasado- 65 alcaldesas. Y por lo menos, 250 de ellas ostentar una curul federal (son 185).
En mi Tamaulipas, de 8 diputados, 3 son damas.
Aún falta mucho trecho para consolidar la participación de antes mal llamado “sexo débil”.
Será entonces prudente hacer conciencia que si los partidos hacen poco espacio para su inclusión, deberán entonces repensar la estrategia y empezar a lanzar ‘broncas’. Como Nuevo León.
Hasta ahora, siguen siendo buenos intentos, el entronizarles.
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