WASHINGTON, E.U.- Una militante afroamericana, que fue recientemente acusada de ser blanca y mentir durante años sobre su origen, renunció a la organización de derechos que presidía.
Rachel Dolezal escribió en el Facebook de la organización (National Association for the Advancement of Colored People, NAACP) de la localidad de Spokane que renuncia a su responsabilidades, delega sus tareas en su vicepresidente y mantiene un total compromiso con el movimiento de la justicia social y racial.
“En medio de la tormenta actual, es de interés de la NAACP que se separen los asuntos familiares y los organizacionales”, agregó la ahora ex presidenta en la extensa carta, en la que recuerda su larga lucha por los derechos de los afroamericanos pero no hace alusión a su verdadera identidad.
Kitara Johnson, integrante de la NAACP en Spokane y quien estuvo pidiendo que Dolezal dimitiera, dio la bienvenida al anuncio de la renuncia, que ocurrió cerca de seis meses después que Dolezal fue elegida presidenta.
“Esto es lo mejor que puede pasar ahora”, dijo.
“Vamos a estar en la unidad y la solidaridad”, agregó.
Johnson dijo que lo más importante es centrarse en el trabajo de la NAACP, pero dijo esperar que Dolezal siga perteneciendo a la organización.
Mientras tanto, las autoridades de Spokane está investigando si Dolezal mintió sobre su origen étnico cuando solicitó ingresar en la junta civil que supervisa a la Policía.
Incluso, se suspenderán las investigaciones sobre denuncias de acoso racial presentadas por Dolezal, incluida una de principios de este año que recibió en su oficina.
Dolezal, de 37 años, construyó una carrera como activista de la comunidad en Spokane y alcanzó la presidencia de la rama local de la NAACP.
Para esta organización no es obligatorio ser afroamericano, pero según la prensa local, Dolezal se identificó como tal en los formularios.
La NAACP había salido a defender a Dolezal al apuntar que la identidad racial de una persona no es un criterio a favor o en contra para acceder a un puesto de liderazgo en la organización, según un comunicado divulgado este fin de semana.
El viernes recibió el apoyo de la NAACP nacional, pero localmente la mujer estaba en el banquillo de los acusados y se multiplicaban las peticiones de que fuera suspendida y diera explicaciones.
“La nación se está burlando de nosotros”, escribió un miembro local de la organización, Justin Pimsanguam.
Sus padres, que son caucásicos, confirmaron que su hija también lo es y proveyeron a los medios locales un certificado de nacimiento y fotografías en las que Dolezal, quien ahora tiene piel oscura y cabello negro, era una pequeña rubia y delgada.
Tiene antepasados procedentes de Suecia, Alemania y la República Checa.
Posteriormente, cuando un reportero local de la cadena Spokane TV entrevistó a la activista para conocer su posición ante las dudas acerca de su raza, Dolezal dijo no entender la pregunta y abandonó de manera súbita la entrevista.
Las sorpresas no acabaron ahí, pues medios del estado de Washington comenzaron a difundir imágenes de la activista en las que mostraba un asombroso cambio físico.
Aparte de su cargo en la NAACP, Rachel Dolezal trabaja como profesora del Departamento de Educación Africana en la Eastern Washington University.