Según el comentarista cómico Cinco Díaz de España, la división del trabajo en el organigrama de una empresa o la burocracia, en la pirámide social, los incas, los mayas, los aztecas y los arapajoes, y nosotros incluimos a los comecrudo y pisones según fray Alonso de Santa María.
Y es que según el hispánico de cotorreo dice que el trabajo es parte desde abajo con los incas, que llegan a las ocho y se la pasan todo el mediodía incados al codo esperando la hora de salida entre dormiteos. Los mayas llegan a las diez y dicen “¿me ha mayado alguien?”, los aztecas llegan a las doce y ordenan, “tú aztecargo de esto, tú aztecargo de lo otro”. O sea, llegan chingando parejo; los arapajoes llegan a las 3 de la tarde, preguntando; “¿Tenemos reunión?”.
Pero nosotros agregamos los comecrudos, una de las 32 tribus de Tamaulipas, donde se reza mucho. Los comecrudos y comecrudas llegan a las 9, comiéndose a sus compañeros y al prójimo, abordan el escritorio contiguo y se la pasan en el chisme tres horas. No checan el reloj, se mueven por toda la oficina con un folder para justificar sus movimientos. Se comen vivos a sus compañeros y a sus amigos los hacen garras. Disfrutan de los yerros ajenos. Generalmente tienen mal aliento y lanzan saliba sin ton son.
Los pisones son más elocuentes, fabrican chismes, colocan piedritas en el camino de sus compañeros y lanzan la piedra escondiendo la mano. Los pisones son los que más abundan en las organizaciones ya de empresa o política. Son como los cangrejos y no escatiman esfuerzo alguno con tal de no dejar llegar a su compañero. Son pisones y pisonas.