En el Movimiento Ciudadano ayer destaparon a Gustavo Cárdenas como candidato a lo que él quiera en el 2016; es decir o puede ir por la gubernatura o por la alcaldía de Victoria, porque reconocen que no tienen más cuadros en la entidad.
Así es mis queridos boes, Gustavo, quien sigue con el pataleo tras su última derrota para la diputación federal apenas hace diez días, parece empecinado en romper su propio récord como el candidato que más campañas ha perdido en Tamaulipas.
No creo equivocarme, pero no me viene a la mente algún político en la historia moderna de estas tierras que se haya presentado en más de cuatro ocasiones ante las urnas y esas mismas las haya perdido de manera consecutiva.
Claro, Gustavo comenzó su carrera con amplias expectativas hace ya varios ayeres cuando ganó en las urnas la alcaldía de Victoria para el PAN, pero después de eso, el empresario hotelero y restaurantero sólo ha probado el polvo de la derrota.
Ha sido dos veces candidato a la gubernatura, contra Tomás Yarrington y contra Eugenio Hernández con el mismo resultado: estrepitosa derrota.
Hace dos años intentó volver a ser alcalde de Victoria ya por el Movimiento Ciudadano y lo aplacó Alejandro Etienne Llano. Se me pasó decirles que en las anteriores ocasiones como en ésta, también pataleó gritando fraude y pronto fue silenciado con los cañonazos que se acostumbran en la política.
El 7 de junio pasado, Miguel González Salum le ganó por 15 mil votos, no es cosa menor, bueno pues otra vez dice que le robaron.
Pero el caso de análisis es que pese a tener cuatro derrotas en ciernes, cuatro fracasos, Gustavo deshoja la margarita para decidir si el año que entra va en busca de la alcaldía o le insiste para la gubernatura.
Total, para ambos casos ya perdió, pero pareciera que lo que quiere es seguir acumulando descalabros y que no haya político en la entidad que lo alcance como el más perdedor, en las urnas, porque dicen que sus cuentas bancarias en cada elección se abultan más.
Gustavo presume que ganó en Victoria, lo que al final en el recuento quedó demostrado que no ocurrió. Pero supongamos que sí, que sacó más votos que el del PRI en la capital y que con los votos del área rural perdió.
Pero lo que Gus no cuenta es que la elección del 7 de junio en Victoria era sólo de dos, porque el PAN prácticamente no tenía candidata, a la señora la tenían casi que arrastrar para que hiciera campaña.
En ese entendido, habría que apuntar que en una hipotética nueva candidatura de Gustavo para Victoria tendría que enfrentarse a una campaña de tres, pero además habría que decir que posiblemente esté en la boleta otra vez Arturo Soto por el blanquiazul, que le restaría muchos votos al naranja.
Porque honestamente, pensar en una candidatura a la gubernatura para Gustavo y tantear las posibilidades para ganar es perder el tiempo.
El tipo no ha hecho presencia en la provincia tamaulipeca desde que perdió con Geño, porque seis años después fue su primo José Julián Sacramento el que perdió por el PAN; bueno eso de perdedores parece que le viene de familia.
Eso sí, Gustavo también puede ir imponiendo otro récord, el de llegar a las cámaras sin necesidad de ganar en las urnas.
Miren, ya fue diputado local, ya en otra ocasión fue diputado federal y hasta senador, sin la necesidad de un solo voto. Bueno, pues en septiembre se convertirá en diputado otra vez por la vía plurinominal.
Es decir, ya va a cumplir cuatro cargos en las cámaras sin que el pueblo lo haya elegido; tal vez en eso haya otros tamaulipecos por el PRI que le ganan: Amira Gómez, Carlos Flores Rico, Marco Bernal y algunos más.
Reelección; ¿quién se atrevería?
Esta semana El Universal publicó una encuesta en la que además de revelar que más de la mitad de los mexicanos reprobamos el trabajo del presidente Enrique Peña Nieto, se le pidió a los sondeados que dijeran su intención de voto sobre los mismos personajes de la elección del 2012.
Sí, se les preguntó si cambiarían su voto sobre Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador.
Sorpresa, pues resulta que de volver a realizarse la elección Peña Nieto volvería a ganar, los números quedarían casi como en el 2012. A pesar de la tragedia económica, de seguridad y de corrupción que vivimos.
Bueno, tras esa encuesta yo me atrevo a preguntarle a usted: ¿volvería a votar por el mismo alcalde que tiene en su municipio?.
Por los números que hace unos meses vi de la aprobación de los alcaldes me atrevería a decir que perdería la mayor parte de ellos, pero ya ven cómo somos en México, capaz que volverían a ganar.
Todo viene a cuento porque los alcaldes que elijamos el año que entra en Tamaulipas y en el resto del país tendrán la posibilidad de ser reelectos; yo lo que espero es que para el año entrante los ciudadanos seamos más maduros y menos ‘mensos’ para exigir el cumplimiento de promesas de campaña, si no nos vamos a chutar a alcaldes malos de dos períodos consecutivos.
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