Con la mira puesta en el proceso electoral de 2016, Leticia Salazar Vázquez, alcaldesa de extracción panista de Matamoros, sostiene una alianza de facto con Gustavo Cárdenas Gutiérrez, coordinador de la Comisión Operativa Estatal del Movimiento Ciudadano.
Durante la pasada campaña del candidato del partido naranja a la diputación federal por el Quinto Distrito, con cabecera en Ciudad Victoria, una brigada de operadores electorales llegó procedente de la frontera y costa matamorense.
El equipo enviado por Leticia Salazar, amiga de Josefina Vázquez Mota, ex candidata presidencial de Acción Nacional, tenía el objetivo de hacer ganar a Gustavo Cárdenas, quien no sólo recibió apoyo de recursos humanos especializados, sino de una buena cantidad de recursos económicos enviados desde Matamoros.
La alianza entre la alcaldesa matamorense y el experimentado político victorense puso a temblar en la zona urbana a la estructura tricolor, que, finalmente, logró el triunfo con Miguel González Salum con más de 15 mil votos de diferencia, una cifra clara y contundente.
Sin embargo, también quedó claro que la controvertida presidenta municipal de Matamoros y el dirigente estatal del Movimiento Ciudadano traen algo entre manos rumbo a la crucial elección por la gubernatura de Tamaulipas del próximo año.
¿Cuál será la decisión que tomen este par de políticos que tienen la firme intención de aprovechar el menor signo de división en el Revolucionario Institucional para tratar de emprender un cambio en el sistema político del estado?
Más que una respuesta precisa, lo que, seguramente analizan ellos y sus operadores, es una serie de posibles escenarios ante la suma de diversos factores.
Por ejemplo: ¿Es factible una coalición entre el Movimiento Ciudadano y Acción Nacional? Se sabe que Gustavo Cárdenas y algunos miembros de su equipo estatal no rechazan del todo esa idea, siempre y cuando el candidato del PAN no sea el polémico senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca.
En otras palabras, Gustavo Cárdenas no va ni a la tienda de la esquina con Cabeza de Vaca. Ni a comprar un chicle. Nada.
Pero la opción de Leticia Salazar como candidata panista es, evidente y notorio, que le agrada, incluso, no sólo en el escenario de una coalición electoral entre naranjas y azules, sino bajo otra posibilidad…
¿A qué me refiero? A que Leticia Salazar Vázquez, en un escenario de ruptura al interior de Acción Nacional y, en particular, con el equipo cabecista, sea la candidata del Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Tamaulipas. Ahí nomás.
En ese escenario, Gustavo Cárdenas tomaría una decisión: volver a ser candidato del partido naranja a la presidencia municipal de Ciudad Victoria. ¿Qué tal?
El objetivo sería claro: levantar más la campaña de Leticia Salazar a nivel estatal y sumar una mayor cantidad de votos en la capital del estado, a fin de conducir al Movimiento Ciudadano, que dirige a nivel nacional Dante Delgado, a un escenario de alta competitividad.
No obstante, también se puede presentar el escenario más común y simple: que Gustavo Cárdenas Gutiérrez sea el candidato del Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Tamaulipas.
¿Cuál sería el motivo central para que el ex panista se registrara como aspirante a mandatario del estado por tercera vez en su vida?
La respuesta: Por la sencilla razón, personal, de que quiere ser gobernador, su máximo y anhelado sueño… y sabe que después ya no habría tiempo para aspirar a ese cargo. Es el próximo año o nunca más.
Se insiste: son escenarios que se pueden presentar en la elección del 2016, año en que estará en juego el futuro de Tamaulipas.
El Movimiento Ciudadano, tercera fuerza electoral del estado en las elecciones de 2013 y 2015 (impulsado en gran medida por el peso e influencia en las urnas de Gustavo Cárdenas) quiere hacer su juego rumbo a la disputa por la gubernatura.
Así, en ese contexto, juega un papel clave la alianza de facto sostenida entre Leticia Salazar y Gustavo Cárdenas. Algo traman. Ya veremos la decisión que tomen en los meses por venir.
Y PARA CERRAR…
Vaya pique el que se traen el regidor blanquiazul porteño Alfredo Gallegos Neri y el presidente del PAN de Tampico, Sergio Meza López.
El fondo se trata de un asunto de cuotas de partido y de marcadas diferencias desde la elección en que el ex diputado federal tomó las riendas del panismo jaibo. No se pueden ver ni en pintura.