ALTAMIRA, Tamaulipas.- La inseguridad, así como las sequías de los tres últimos años ha provocado que el hato ganadero haya disminuido un 40 por ciento en el municipio de Altamira.
Los productores se han visto obligados a rematar sus animales y dedicarse a la agricultura.
«Se ha presentado un despoblamiento del hato ganadero, debido a que a los altos costos del ganado bovino se han estado vendiendo no solamente becerros (…) si ha bajado bastante porque tuvimos años muy malos por las condiciones del clima y las condiciones de los ranchos», dijo Juan Manuel Horak Santoyo, presidente de la Unión Agrícola y el representante de la Asociación Ganadera.




