No nos debe extrañar el discurso del presidente Enrique Peña Nieto quien cree (eso quiere decir estar plenamente seguro) de que la corrupción es una ‘condición humana’; es decir lo traemos en los genes, nos lo heredaron nuestros antepasados, lo llevamos en la sangre pues.
Así es mis queridos boes, ese es el concepto que el inquilino de Los Pinos tiene de la corrupción, tal vez por eso en los primeros tres años de su gobierno el y los suyos ni Sudán y menos se acongojan de los señalamientos precisamente de eso, de corruptos y desfilan tranquilamente por las páginas de las revistas del corazón más caras del mundo.
Es un tema que nos obliga a la reflexión profunda, creer que nacemos siendo corruptos implica que habría pocas posibilidades de que dicha ‘condición humana’ sea combatida.
Pero es además, venido del presidente, algo así como una confesión de partes, es como responder a los señalamientos que se han hecho en su contra, en contra de su esposa, contra su gabinete: ‘pero si todos somos corruptos, lo traemos en la sangre’.
“El Estado mexicano y su sociedad lo que estamos haciendo es domar auténticamente a la condición humana, llevarla por nuevos caminos, estableciendo parámetros, estableciendo límites, controles, obligando a la apertura y a la transparencia”, dijo Peña Nieto.
“Habrá de darse a partir de una efectiva y real participación de quienes tenemos tarea pública y social, de quienes queremos realmente un cambio en nuestro país y en quienes creemos y estamos en favor de un cambio cultural”.
Pero por más que le busco para atrás en mi árbol genealógico, no encuentro rasgos de esa parte de la corrupción que dice EPN que todos compartimos, los abuelos de mis abuelos fueron pobrísimos agricultores, más bien jornaleros, mis abuelos lo mismo y mis padres un orgulloso y humilde obrero y una ama de casa que siguen viviendo en la medianía gracias al apoyo de sus hijos.
Y veo a los padres de mis amigos y espulgo por todos lados y no encuentro fortunas incalculables como las de los cercanos a la familia del poder.
Es decir; si la familia de tú que me lees y los que nos rodean fueran corruptos como lo señala el mandatario, la jodidencia en la que crecimos no hubiese existido.
Es falso que la corrupción circule por nuestras venas, falso incluso el otro concepto que había esgrimido el propio presidente Peña Nieto cuando declaró que la corrupción era un asunto cultural; es decir que se aprendía en masa.
No, por ningún lado que se le vea, ni nacimos corruptos, ni nos enseñan a serlo en las escuelas, en las familias.
Seguro que hay excepciones (si no vean a Los Pinos), pero no veo a los padres de familia instruyendo a sus hijos a robar, a transar, a matar, a ocultar, porque hasta los más malos quieren que sus chiquillos no estén envueltos en la misma mugre que ellos.
Lo que sí traemos en la sangre tal vez es ser mal pensados, incrédulos y por eso a mí me late que el discurso de esta semana del Presidente lo que intenta es justificar los señalamientos sobre la Casa Blanca de La Gaviota, su relación muy cuestionable con los poderosos constructores favoritos del sexenio y de su sexenio como gobernador, parece ser también para justificar el escándalo de su secretario de Hacienda con una casa por su costo sospechosa.
Parece, queridos amigos, que los que nos están compartiendo es la culpa, mientras el pastel robado se lo comen sólo ellos. Con todo y eso este pueblo le dio la mayoría en el Congreso.
No hay trato con Gustavo…
La versión sobre el supuesto de que Gustavo Cárdenas del Movimiento Ciudadano estaba negociando con el panista Arturo Soto para ir en bloque el año que entra por la alcaldía de Victoria y las diputaciones es falso.
El propio ex candidato a la alcaldía por Victoria bajo las siglas del PAN me comentó que no hay tal acercamiento y que no hay la menor posibilidad simplemente porque considera que el naranja no tiene palabra, no cumple.
Lo que sí advierte Soto es que no se le debe descartar para que el año que entra pueda ir por la revancha y buscar de nueva cuenta la alcaldía capitalina.
Dijo que si hay en el PAN la consideración de hacer una alianza con otros partidos políticos, pero desde ahora descartó que vayan con Gustavo.
El cumple de Pedro Carrillo…
El lunes cumple años el ex alcalde de Altamira, Pedro Carrillo, pero el sábado hará una pachanga en su terruño al que está convocada buena parte de la clase política de esa parcela del sur del estado.
El convite incluye a Alejandro Guevara Cobos, quien me aseguran ya confirmó su asistencia. Obviamente habrá que cantarle Las Mañanitas al ex alcalde, pero la fiesta servirá para fortalecer al grupo del diputado federal electo en el sur y que es encabezado por el festejado.
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