1.- Han transcurrido nueve meses de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa y el supremo gobierno sigue tan despistado como cuando “históricamente” dio por concluido el caso. Pero hay un Dios…
Mientras tanto la diputación federal tan brava para descalificar y satanizar al magisterio ya ha sido evaluada al menos en Tamaulipas, quedando claro que la presente legislatura ha sido quizá la más mediocre de los últimos tiempos. Hablamos de la que representa al estado que sin diferencia de partido sirvió para maldita la cosa en cuanto a la solución de la problemática más urgente. Acaso Marco Antonio Bernal fue distinguido por los medios en razón de las consignas que debía obedecer como presidente de la comisión de Energía, pero de ahí en fuera, nada nadita de nada, excepto cuando se perjudicó la economía familiar. Recordéis el incremento al IVA en la frontera donde el PRI se alzó como verdugo infalible e implacable.
Eso de que sirvió para maldita la cosa lo suponíamos algunos de los que todavía no comprendemos bien a bien la condición humana por eso de la respuesta del electorado el pasado 7 de junio que en serio ataque de masoquismo votó en forma contundente por l@s abanderad@s del tricolor. Insisto con el maese Monsiváis, “o, ya no entiendo lo que pasando, o ya pasó lo que estaba entendiendo”.
Por fin, ¿fue evaluada o no la diputación federal?, sí, pero nomás poquito, dejando a un lado el entreguismo y la deslealtad de los “representantes populares” que sin escrúpulos se sometieron al mandato del capital internacional y los intereses de la oligarquía nacional. Y ni modo que sea invento.
Por otra parte, mientras Peña Nieto se repone de la operación a que fue sometido la madrugada de este viernes para extraerle la vesícula biliar (debe haber hecho muchos corajes el hombre para sufrir esta inesperada crisis de salud), las especulaciones sobre cambios en el gabinete siguen. Lo ultimito es que Emilio Chuayffet podría dirigir el PRI dejando el cargo en la SEP para Manlio Fabio Beltrones. Usted dirá que esto parece descabellado pero tiene su lógica futurista, al margen de que cualquiera que apenas sepa leer y escribir puede aspirar al cargo, (véase los tantos más cuantos ejemplos al respecto). Se trataría entonces, de cortar el camino al sonorense que no disfraza ni esconde sus afanes de convertirse en el sucesor presidencial. Esta sería una jugada propia de la tecno-burocracia que por ningún motivo, razón o circunstancia desea ver a un político-político en Los Pinos ni en el próximo ni en ningún sexenio.
En este sentido se ve y se siente la mano del secretario Videgaray quien desde ahora parece decidido a hacer valer su ley. Un ejemplo es la aplicación del nuevo impuesto a toda clase de comida “rápida”, misma que por su naturaleza es consumida por empleados, trabajadores, estudiantes y todos aquellos que no pueden gastar más de lo que su exiguo presupuesto les marca. Pues ahora a chaleco estarán obligados a pagar 16 por ciento más o de plano saborearse desde lejos como hacían los niños pobres en las películas del viejo cine mexicano o en la realidad misma no lejos de la ficción. A eso estamos regresando gracias a la fragilidad político-económica del sistema tricolor.
2.- El asunto es que mientras Peña Nieto convalece, las opiniones van y vienen ante la necesidad de cambios en el poder. Dícese que antes de Chuayffet se irá Gerardo Ruiz Esparza, el polémico secretario de Comunicaciones quien ha dado muestras de una falta de respeto hacia la institución presidencial dejándola en ridículo en más de una ocasión. Y sigue tan campante. Sin embargo dicho funcionario no se iría a su casa, sino a una de las tantas embajadas que sirven de refugio a los políticos en fuga.
¿Por qué la resistencia a que Beltrones dirija el PRI?. Elemental mi querido Watson; sería el cargo ideal para fortalecer sus ambiciones. Ya le digo que estarían metidas las manos de la tecnocracia con el beneplácito por supuesto, de quienes quisieran ver a Osorio Chong como el triunfador final de la partida. Por otra parte, vaya a donde vaya Beltrones siempre resultarán dos tamaulipecos beneficiados: Marco A. Bernal y Amira Gómez Tueme. En el caso de la reynosense, “suerte te dé Dios que el saber poco te importe” y en cuanto a Bernal parece que ya perdió la dimensión del poder ciudadano por su obsesión de servidumbre a falsos profetas, (lease Manlio Fabio Beltrones).
En cuanto a César Camacho ni se preocupe porque tiene asegurada una diputación federal y muy probablemente la coordinación tricolor en el Legislativo. ¿Y ahora qué hacemos con tanta felicidad?.
SUCEDE QUE
La diputación local ha entrado en receso ahora toca a los legisladores acudir a sus distritos a rendir cuentas de su tarea. En este punto el columnista desea mencionar la discreción y efectividad con la cual Ramiro Ramos Salinas ha desempeñado su compromiso de mantener la unidad sobre intereses partidistas. El resultado está a la vista. Ramiro pertenece a la nueva generación de políticos a los que no hay que perder de vista…Por otra parte ya sabrá que en agosto hay cambios en el CEN del PRI, seguro que despuesito también los habrá en el CDE. El problema ahora es dónde acomodar a Rafael González Benavides.
Y hasta la próxima.