19 diciembre, 2025

19 diciembre, 2025

No es el PRI, somos todos

Polvo del camino

1.- Por obvias y sobradas razones el tema más importante para los tamaulipecos es la sucesión estatal. Iniciamos la segunda mitad del 015 y es probable que para finales de diciembre conozcamos el perfil de quien ha de abanderar la causa tricolor rumbo al cargo más envidiable y envidiado. No es juego porque se trata de seis años difíciles para Tamaulipas. Ya hemos dicho que la tarea más complicada será recomponer el tejido político-social y a falta de oposición seria y creíble se impone que el PRI rescate el liderazgo que tradicionalmente lo identificaba con los marginados y no solamente con la militancia que dicho sea, ha tomado la costumbre de funcionar sólo cuando las circunstancias lo requieren y bajo ciertas condiciones que avergüenzan la mística revolucionaria, como pedir dinero, exigir despensas o de plano favores especiales que sólo tienen que ver con la ambición y voracidad contenidas en la condición humana que tan apasionadamente prometió “domar” Peña Nieto. Ni cómo negar que la ideología que “vistió” al PNR, abuelo del tricolor, ha sufrido tal mutación que ahora va a contra flujo de la historia.

En nuestro estado el PRI no ha sido un partido de tiempo completo y ello ha ido en detrimento de las mayorías. Antes, como bien recordaréis aquellos que pasan el medio siglo, el tricolor era gestor incansable en la solución de la problemática inmediata en tanto que sus dirigentes se convertían en respetados personajes, dando prestancia y solvencia a la política doméstica. Eso era antes, ahora el PRI es una máquina de hacer votos muy pero muy alejado de sus orígenes. Y ni modo que sea invento. A pesar de ello la gente tiene que votar siguiendo la conocida regla de que “más vale malo por conocido qué bueno por….etc”. Es la única explicación a tamaña inconsciencia. Pero es la realidad y por ahí nos vamos, como dicen que respondieron al ranchero aquel que no paraba de criticar los impuestos y ciertas medidas autoritarias del gobierno: “o hacemos la revolución o nos levantamos más temprano”. Por supuesto todos estuvieron de acuerdo en que no había más remedio que madrugar.

El asunto es que en Tamaulipas el PRI está en la obligación de tomar un liderazgo responsable cuando a la frágil oposición, sea de derecha o izquierda, le quedó grande el compromiso. Usted dirá que no es culpa de las organizaciones sino de quienes las tomaron como negocio particular y tiene razón. Echémosle un vistazo al pasado reciente y entenderemos el porqué de la política mediocre y mezquina que practican sus dirigencias atraídas por el sensual sonido del metal.

2.- Quedamos en que los tamaulipecos debemos tomar en serio la sucesión sexenal y no dejarla al estado de ánimo de quienes han de decidirla. Al menos para mostrar lo mucho que nos importa el futuro inmediato. Está claro que ni usted ni el escribidor tendrán vela en el entierro, pero bueno, las opiniones unidas ¡jamás serán vencidas!. Eso creemos en descargo de la conciencia colectiva que después del 7 de junio quedó en calidad de disponible “para lo que se pueda ofrecer”.

Llegado este punto, la verdad no sabemos como tomar las declaraciones de Rafael González Benavides en cuanto a que el candidato a gobernador será decidido por el Consejo estatal del PRI “y no se aceptará ninguna imposición del CEN”. Chingao, aquí sí que sorprende el matamorense muy probablemente influenciado por la reciente victoria de su partido. Desde luego que la terca realidad hará entrar en juicio a Rafa. Ya lo imaginamos declarando singular estado de guerra a la dirigencia nacional cuando el candidato no coincida con el de sus amores o con Marco Antonio Bernal “que es el caso y la situación”, como dijo aquel. Usted dirá que Rafa se atreve a eso y mucho más sabiendo que para enero-febrero muy difícilmente estará al frente del CDE y hasta es probable que para entonces haya pasado a formar parte del enorme ejército de reserva, es decir, de los que esperan que el nuevo sexenio les siga prodigando la generosidad de los últimos tiempos. Luce digamos, “muy echao pa’lante” sin medir consecuencias.

El escribidor supone que Rafa no sabe lo que dice y si lo sabe, hace muy mal en creer que su palabra tiene tanto peso como para ser tomada en cuenta en Los Pinos. Hasta por acá se escuchan las carcajadas de César Camacho y no se diga del que tiene en la mano el lápiz para tachar, borrar, volver a escribir y volver a tachar.

SUCEDE QUE

Don Rafael Loret de Mola, padre de Carlos, es un experimentado periodista incapaz de dejarse llevar por la fantasía, por ello preocupan sus afirmaciones en cuanto a presunta enfermedad que padece el político más importante del país. Esto recién obligó al secretario de Gobernación a desmentirlo. ¡Me lleva!, mortificaciones no faltan…Por otra parte, Paty Araujo de la Torre está a punto de concluir como diputada federal y la paisanada todavía no sabe cuáles fueron los méritos para que obtuviera tal premio. No falta quien asegure que el cargo era para Hugo su hermano por influencia de Salinas de Gortari sólo que al ser vetado alguien colocó el nombre de la respetable dama y con las prisas así se fue la lista final. Pero bueno, sucedió y punto…Por otra parte no creemos que el panista Enrique Rivas Cuéllar ignore que Eugenio Hernández Flores está exonerado de todo delito en México. Sus declaraciones sólo son en sentido de acarrear clientes a su partido. El PAN entonces, empieza a tomar banderas que sólo lo conducirán al ridículo. Y apenas es el principio.

Y hasta la próxima.

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