MÉXICO, DF.- El presidente del PRI, César Camacho, consideró ayer que las candidaturas independientes no tienen ese sello cabalmente, por lo que se deberían denominar “sin partido”.
Durante una conferencia sobre “poder ciudadano” ante integrantes de la escuela de cuadros de su partido, afirmó que detrás de esas candidaturas hay intereses que es necesario transparentar.
“No hay forma de garantizar candidaturas independientes, la naturaleza de la política parece imposibilitar la existencia cabal de candidaturas independientes. Lo que tenemos que hacer es, en una sociedad transparente, saber cuáles son los intereses asociados con los llamados candidatos independientes.
“Respeto para quienes optaron por quienes llama la legislación candidatos independientes, que quizás lo más correcto es llamarlos candidatos sin partido por ahora, porque no necesariamente hay independencia, hay relación con intereses, algunos evidentes y algunos inconfesables”, expresó.
“¿Hay intereses detrás de ‘El Bronco’?, se le preguntó en entrevista posterior.
“Por supuesto”, respondió.
“¿Qué intereses ve?”, se le insistió
“El del ‘Bronco’ es un asunto que está resuelto. ‘El Bronco’, Jaime, es el Gobernador electo de Nuevo León y vamos a encontrar los elementos de coincidencia para que a Nuevo León le vaya bien”, expresó.
El dirigente del tricolor insistió en que los candidatos independientes hagan evidentes sus vínculos, a fin de que sus votantes sepan qué intereses “subyacen” a la postulación y a quién están respaldando.
“Lo que tenemos que hacer es, en una sociedad transparente, saber cuáles son los intereses asociados con los llamados candidatos independientes, y que la gente sepa a quién la va dar su voto.
“Y sabiéndolo, sin ocultamiento, es legítimo que alguien incluso representando intereses de esa naturaleza pueda hace una propuesta y merecer votos”, mencionó.
Camacho admitió que los votos que obtuvieron los candidatos independientes en la elección del pasado 7 de julio son un llamado de atención para el sistema de partidos y para la democracia mexicana.
“Tenemos que asumirlo como una acicate, como una llamada de atención, como una luz ámbar que nos obliga a revisar en dónde tenemos que enmendar y ser mejores”, apuntó.
Aunque el mexiquense estimó que esta figura llegó para quedarse en el sistema político mexicano y se extenderá en el futuro, insistió en que se debe perfeccionar en términos normativos, a efecto de que “de veras” contribuya al crecimiento democrático del País.