EL MANTE, Tamaulipas.- Mante nació de un capricho de un grupo de generales. Y hoy, un capricho familiar parece conducirlo a su desaparición. El capricho del grupo Sáenz.
Alguna vez llamado Villa de Juárez, Mante surgió como satélite de Xicoténcatl, pero pronto se volvió el eje de la región. Sin embargo, en el presente, escribe una de sus páginas más difíciles en su historia moderna: El posible cierre –en dos años de seguir su debacle– del ingenio azucarero que le ha dado economía propia, vida y razón de ser a esa comunidad.
Y es que El Mante y su zona de influencia no conciben su vida sin esas factorías. Han sido décadas de historia en esta tierra en la que sembrar, cultivar, quemar, cortar, acarrear, moler y producir, son términos que han pasado de generación en generación.
Desde la expropiación del Ingenio Mante, pasando por la conformación de una sociedad cooperativa de productores, hasta el oscuro pasaje en el que el gobierno se vuelve a adueñar de la fábrica para venderla a capital privado, las historias han sido muchas, en un proceso que la ha llevado de la cumbre al suelo.
Lo de hoy es aún más grave. Los cañeros se sienten y están en la ruina, nunca como antes, la debacle cañera se siente en cada familia, en cada ejido, en cada ciudad, en todos los comercios, por todos lados.
Es pues, el amargo vivir de dos ciudades que paradójicamente, se dedican con lo que producen, a endulzar la vida de muchos.
SERGIO RAMÍREZ DÍAZ
Terminaba la zafra 2012 y para el mes de junio entre los cañeros de El Mante y Xicoténcatl toda era bonanza.
Una baja en la producción mundial de azúcar elevó el precio del dulce y lo llevó hasta alturas insospechadas: El precio de la tonelada de caña se ubicó entonces alrededor de los 760 pesos.
De 2004 cuando la tonelada de caña se pagó a 340 pesos hasta ese 2012, la producción había ganado un valor que permitía a los productores vivir mejor y ser entonces, la envidia de los campesinos que se dedicaban a producir en el temporal.
La felicidad de ese año, no se volvería a repetir.
Cuando arrancó la zafra 2012-2013, lo que era un sueño se comenzó a convertir en pesadilla.
Los rumores de una baja de hasta un 40 por ciento en los precios del azúcar “amargó” de inmediato al mercado y se estimó que el precio de la tonelada de caña se desplomaría hasta los 500 pesos cuando concluyera ese ciclo de molienda.
Los pronósticos se hicieron válidos y en todo el país, los empresarios del azúcar comenzaron a pagar mucho menos por la cosecha.
En Mante y Xicoténcatl, ni siquiera pagaron y ahí, comenzaron las dificultades: La economía regional según la Coparmex encabezada por Juan Miguel Rubio, perdió en ambos ingenios, unos 700 millones de pesos.
A la fecha, se estima que el Grupo Sáenz, dueño de los ingenios azucareros de Tamaulipas en Mante y Xicoténcatl y de Tamazula en Jalisco, tiene una deuda con productores que asciende a mil 600 millones de pesos.
“Tenemos casi tres años hablando del mismo tema, cuando el precio del azúcar se desploma, es cuando empiezan los problemas, le comienzan a cerrar a la llave, pero después ya no dejan salir ni una gota, nos dejan de pagar y nunca nos dicen porqué”, afirma el líder cañero de una de las organizaciones en la zona de abastecimiento de Xicoténcatl, José Verástegui Treviño.
Coincide con líderes cañeros de El Mante en una realidad, los Sáenz, la familia que erigió el emporio azucarero de Tamaulipas y que por años fueron empresarios ejemplares en el tema, jamás han dicho porqué está en esa situación.
Afirma que hay que separar bien las situaciones, pues una cosa es el desplome del precio del azúcar y por consecuencia de la caña y otra muy distinta la falta de pago del Grupo Sáenz a campesinos de cinco municipios de la Región Mante.
“Es sencillo, agarraron nuestra cosecha, las cañas que nosotros mismos les entregamos, las molieron, hicieron el azúcar, la vendieron y no nos pagaron, póngale el nombre que quiera ponerle, puede ser fraude, robo, abuso de confianza, lo que sea, pero nos tienen bien jodidos”, afirma don Alejandro, que afirma provenir de una familia cañera que durante tres generaciones ha vivido de la tierra y lo que ella produce.
Tan sólo en la presente zafra, se produjeron más de 160 mil toneladas de azúcar y el Grupo Sáenz no les ha entregado ni una parte del valor de sus cosechas.
Robo de industriales a ejidatarios es histórico: Antonio Cazango
El excooperativista Antonio Cazango no duda cuando se le pregunta: ¿Cree que el Grupo Sáenz en definitiva quiere robarle a los cañeros?
“Pero por supuesto, siempre ha sido así y no sólo los Sáenz, todos los dueños de la industria son capaces de cualquier cosa para ganar más dinero, no sólo se burlan de los campesinos, también de las autoridades con los impuestos”, afirma.
Al cuestionársele sobre el grupo que compró el Ingenio Mante después de lo que los campesinos llaman una “quiebra fabricada” orquestada por el gobierno federal, Antonio Cazango, que también ha estado siempre en polémica por lo que ha llamado la defensa de lo que le pertenece a los ejidatarios, dice que la historia del Grupo Sáenz se ha construido a base de su liga con el poder y abusos.
“Definitivamente los Sáenz siempre han abusado de los cañeros, a los obreros no les cumplen con lo marcado en sus contratos colectivos de trabajo, definitivamente en más de 50 años se han dedicado a esto”, dijo.
Agrega que en la presente zafra, lo que puede estar sucediendo es que los Sáenz sacaron del país el dinero que les correspondía a los productores con la finalidad de evitar el pago de impuestos y con ello, burlaron la obligación de pagarles.
Descartó que los industriales del Grupo Sáenz tengan en mente irse de El Mante y Xicoténcatl, pues serán capaces de hacer todo para sostener lo que para ellos es un negocio.
“El Grupo Sáenz siempre –durante más de 40 años- ha hecho de todo, igual que todos los propietarios de los ingenios particulares, que juegan con la cosecha y con las ganancias de los productores cañeros”, dijo.
Cazango Ortiz, dijo que todos los actos de los industriales van en contra del campesino y solamente el gobierno federal puede acabar con esta ola de abusos en contra de los ejidatarios.
Agregó que el gobierno federal –con una denuncia de por medio- podría poner fin al problema, interviniendo mediante el SAT, para revisar “con lupa” los movimientos financieros del Ingenio, “encontrar” el dinero de los campesinos y obligar a la empresa a devolver lo que por ley le corresponde a los productores.
CAÑEROS PROVOCABAN ENVIDIA
El ex diputado local cenecista Gabriel Anaya Fernández, afirma que hasta hace unos años, la bonanza del campo cañero provocaba la envidia del resto de los campesinos del municipio.
El también exdirigente cenecista, afirma que la crisis por la que actualmente atraviesan los productores de caña no tiene precedentes y por ello, es urgente la intervención de todos los niveles de gobierno para solucionar el problema.
“No hay registro de un problema similar, de hecho, los cañeros eran la envidia de todos los que sembrábamos grano, porque siempre tenían la seguridad sobre su precio, es un cultivo que lo siembran una vez y no vuelven a preparar en mucho tiempo, estaban bien, ganaban bien se podría decir, pero de tres años a la fecha la situación se ha tornado muy difícil”, dijo.
Añadió que el problema y el caos, lo ha provocado la empresa Grupo Sáenz, al no tener dinero para pagarles lo que les corresponde a los productores de El Mante y la región.
“A lo mejor se está produciendo de más y eso está abaratando la azúcar, pero eso no tiene porqué ser ningún problema, así sea poco pero se les tiene que pagar, el problema es que el Grupo Sáenz no lo está haciendo”, indicó.
Molienda 2015: la paga que no llega
Finalizada la zafra 2014-2015, se molieron cerca de 2 millones de toneladas de caña y se produjeron alrededor de 170 mil toneladas de azúcar, pero el Grupo Sáenz no ha erogado un solo peso del valor de esa cosecha.
El precio global de esa cosecha (a la cual se le habrá de descontar costos de llevarla del campo al Ingenio), es superior a los 950 millones de pesos de acuerdo al precio estimado que tendrá la tonelada de caña, pero ni un solo peso ha llegado al campo.
El representante de los cañeros CNPR ante el consejo municipal de desarrollo rural, Martín Díaz, dijo que en Mante (igual que en Xico), el Grupo Sáenz adeuda las preliquidaciones que debió haber entregado cada 30 días entre enero y mayo.
“El valor de la cosecha es de 400 mdp en el caso de El Mante, de ahí se le descuenta lo que paga cada productor por enviar su cosecha al ingenio y ese dinero debió empezar a fluir en enero, pero no hemos recibido un solo peso de ese producto que fue cosechado, industrializado y vendido por el Grupo Sáenz”, dijo.
En Xicoténcatl, la asociación de cañeros CNPR que dirige José Verástegui Treviño, afirma que ni siquiera les han pagado lo correspondiente al diferencial de precios de la zafra 2013-2014 que en resumen, es un dinero que les debieron haber entregado hace más de ocho meses.
Hay adeudos incluso, del pago de cañas diferidas de la zafra 2012-2013.
“La realidad es que hay gente que está batallando hasta para comer, algunos alumnos dejaron de venir a la escuela, no había ni para los pasajes, no hay para inscribirse al año siguiente, de repente suena trágico pero así lo es”, dice Martín Díaz.
En ambos casos, las dirigencias cañeras afirman que el próximo jueves, sostendrán una reunión entre autoridades federales y el Grupo Sáenz, en donde esperan una solución definitiva al problema que enfrentan.
“El gobernador del estado Egidio Torre Cantú tuvo una intervención fundamental como la que veníamos pidiendo, fue decisivo que él nos apoyara, gestionara ante el titular de la Sagarpa una reunión y de ahí, el gobierno federal volteara a vernos”, agregó.




