MÉXICO, D.F.- La popularización de los teléfonos móviles con cámara ha derivado en una situación paradigmática. Las imágenes tomadas por miles de personas, a diestro y siniestro, se quedan en un contenedor en el que pocas veces rebuscamos. Huimos de la imagen perfecta, y luego nos olvidamos. O las perdemos como si el tiempo se hubiera borrado.
La «startup» valenciana Tagloo busca corregir esos hábitos gracias a la tecnología. Para ello, y tras siete duros meses de trabajo, los tres impulsores de esta iniciativa (Raúl, Eduardo y Álvaro) han desarrollado una aplicación enfocada en el almacenamiento de las imágenes digitales. Lo definen como el «carrete inteligente». La propuesta viene de una serie de características que en parte recuerdan a otras soluciones como Facebook Moments o Google Photos, pero que a su vez le acercan al terreno de WhatsApp.
Pero vayamos por partes, porque la iniciativa viene con marcada madurez. La «app», disponible para el sistema operativo iOS -en otoño llegará a Android y contará con versión web-, permite guardar las fotos personales, de un viaje o cualquier evento, aunque tú no hayas hecho ninguna al cambiar la forma en la que se organizan las imágenes a través de una serie de etiquetas personalizadas. «Puedes tener todas las fotos de tu vida sin haber hecho ninguna», explica al diario ABC Álvaro Trénor, director general y uno de los fundadores de Tagloo.
Se trata de una especie de red social privada en la que almacenar y compartir las fotografías personales de, por ejemplo, un viaje, sin miedo a perderlas. Esas imágenes se suben a la nube (hasta 3 GB de capacidad), por lo que se puede tener acceso con internet en cualquier momento y, evitando así, reducir la capacidad de los teléfonos móviles.
El nacimiento de esta herramienta responde a una necesidad personal. «Es tan fácil hacer fotos que al final no tenemos ninguna», recuerda. Nació a mediados del pasado año para intentar dar respuesta a un problema al que él, como miles de usuarios de «smartphones», se enfrentaba cada día: organizar sus fotos y compartirlas de una forma sencilla y efectiva. Llevaba tiempo escuchando la misma frase cada vez que hacía alguna foto con su familia o sus amigos («¡Mándamela, por favor!»), pero el problema es que, por falta de tiempo, por dejadez o por la incomodidad del correo electrónico, las imágenes terminaban perdidas.
El avance de este sistema es permitir compartirlas fácilmente a cualquier conocido mediante un correo electrónico del destinatario o etiquetándole en un grupo directamente. «Tú eliges, tú etiquetas y la aplicación organiza todo lo demás. El álbum se autocompleta con la información recibida, por lo que al final no hace falta mandarle las fotos a los amigos», subraya Trénor, al tiempo que garantiza que la aplicación es «segura» y «privada», dos términos que cada vez más preocupan a los usuarios.
Con información de ABC