CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Correcaminos tenía una deuda desde el año pasado y ayer la pagaron, en su totalidad el plantel asistió a la tradicional visita anual a la Taquería Correcaminos del tres Carrera; y es que el año pasado la señora Bernarda Aguilar se quedó vestida y alborotada, pues sus invitados de honor nunca llegaron.
Esta vez fue diferente, la nueva directiva que encabeza Manolo Corcuera ha mostrado mucha cercanía con la afición, sensibilidad y humildad.
La cita fue a las once de la mañana, todo estaba en su lugar, una larga mesa para los jugadores, cuerpo técnico, directivos y utileros, la mesa principal donde se encontraba un pastel conmemorativo y por si fuera poco hubo fara fara y huapangueros que amenizaron el almuerzo.
Fueron llegando poco a poco los futbolistas, cada uno en su automóvil personal, vestían playera de concentración y jeans, una vez que tomaron su lugar, Doña Bernarda se acercó para darle la bienvenida al Presidente y el entrenador Ricardo Cadena, sonreía y los abrazaba «Muchas gracias por venir, no saben lo feliz que me hacen» les decía.
Cuando estaban a punto de servir los ricos tacos de barbacoa y platillo que incluía picadillo, asado y sopa, apareció en la puerta Diego Olsina, había una mesa donde comían clientes habituales, se levantaron y pidieron foto con el argentino, él accedió.
Sirvieron y comenzaron a tocar los huapangueros, el más emocionado era Olsina, ha manifestado en otros momentos que es la música que más le gusta, ayer disfrutó del típico de la región y no paraba de aplaudir y reír.
Los integrantes del grupo recibieron ovación y provocaron carcajadas cuando empezaron a tocar un «Querreque» donde incluían coplas con nombres de los jugadores, entrenador, Presidente y hasta de la prensa.
Llegó el momento de partir el pastel, lo hicieron Doña Bernarda y Manolo Corcuera, para finalmente acudir al exterior para tomar la foto del recuerdo.
Fue un momento seguramente inolvidable para Bernarda Aguilar, además varios de los jugadores se quedaban impactados con el lugar que es prácticamente un tributo para el equipo, observaban detenidamente las fotografías y hasta tomaban gráficas con su celular.
Los trabajadores del lugar gozaron también el momento, atendían con velocidad y cuando se podía se tomaban foto con sus ídolos.
La Taquería de Correcaminos volvió a vivir esa pasión al máximo, el amor al equipo nunca se ha marchado de ahí, pero acciones como las de ayer hacen que ese fuego se encienda mucho más.




