MÉXICO, D.F.- La economía china no es lo único que salta a los titulares en todo el mundo. También lo hace los problemas sociales del país.
Se estima que en el país hay unos 61 millones de niños que crecen con un progenitor o ninguno debido a que éstos son trabajadores migrantes, según las estimaciones de la Federación de Mujeres de Toda China.
En torno a un tercio son criados por los abuelos y otro 11 por ciento por otros habitantes de los pueblos o parientes, pero al menos unos 2 millones tienen que arreglárselas solos, según el informe.
Según un informe de una ONG china llamada Centro de Cuidados para Niños en Camino a la Escuela, una quinta parte de toda la población china menor de 14 años de edad es abandonada en los pueblos.
En el 2014, la ONG realizó una encuesta a más de 2 mil niños abandonados en zonas rurales en seis provincias.
Basados en los resultados, se estimó que 10 millones de niños ni siquiera ven a sus padres durante el Año Nuevo Lunar chino, una de las ocasiones más importantes en que las familias se reúnen. Una o dos llamadas telefónicas fue el principal contacto que tuvieron con ellos.
Según el Instituto de Psicología de la Academia de Ciencias Chinas, el 34 por ciento de ellos mostró tendencias suicidas; el 70 por ciento mostró problemas psicológicos en diferentes niveles, según informó el Centro de Cuidados.
En el informe mostraron que los niños más afectados fueron los que vieron a sus padres menos de una vez cada tres meses. Muchos dijeron que sólo el ser capaces de hablar con sus padres una vez o dos veces a la semana aliviaba significativamente su depresión.
Las niñas separadas de sus padres por períodos largos suelen experimentar mayor trauma emocional que los varones, según la investigación.
«Encontramos que la lectura, el estudio y el entretenimiento adecuado podría mejorar efectivamente su autoestima y salud mental. La presencia de la madre en el hogar también es muy importante», afirmó Li Yifei, profesor de educación en la Universidad Normal de Beijing y el autor del informe de la ONG a Xinhua.
Estos niños son los hijos de más de 270 millones de padres trabajadores migrantes que, limitados por las pobres o inexistentes opciones de empleo que hay en el campo, acuden a las fábricas, sobre todo en las ciudades costeras, para obtener un salario.
Una política niega a muchos trabajadores migrantes la oportunidad de establecerse en las ciudades con sus familias.
A través del hukou, el sistema de registro de viviendas del régimen chino, se impide a los niños que viven en zonas rurales el inscribirse en escuelas de áreas urbanas o de disfrutar de otros servicios públicos.
Con muy pocas opciones más que dejar a sus hijos en casa, los trabajadores migrantes están atados a sus comunidades rurales en virtud de su nacimiento.
Además, en las zonas rurales las familias suelen tener más de un solo hijo.
El Ministerio de Asuntos Civiles dijo que revisará su red de bienestar social y ofrecerá ayuda psicológica para los necesitados.
De tal forma, supervisarán los servicios de bienestar social en todo el país y el Gobierno tratará de ofrecer no sólo alivio financiero, sino también apoyo psicológico.
El Ministerio ya ha realizado proyectos piloto para niños cuyos padres están ausentes, discapacitados, en prisión, usan drogas o son negligentes, pero ahora los proyectos se ampliarán.
Asimismo, trabajarán con otros departamentos, organizaciones no gubernamentales y comunidades de aldeas para iniciar el servicio especial para los niños de las áreas rurales que son abandonados por padres trabajadores migrantes.
Pero otra solución sería que las escuelas y las autoridades rurales aliviaran la difícil situación de los niños abandonados, al ofrecer asesoramiento y contratar a tutores.
Lo anterior lo propuso la economista y autora china He Qinglian, en un artículo publicado en la Voz de América, pero cualquier solución a largo plazo tendrá que reunir a los trabajadores migrantes con sus familias.
Ella aboga por la integración de los trabajadores migrantes en la vida urbana, lo que significaría la abolición del sistema hukou.
«El Gobierno chino tiene que reconocer la realidad, permitiendo ‘pueblos’ urbanos y reduciendo los costos de vida en la ciudad. Los niños deben ser autorizados para ir a escuelas cerca de su lugar de residencia, no según su registro de vivienda. Sólo se puede reducir el número de niños que quedan atrás y proporcionarles una vida familiar normal», escribió.
«El problema de los niños dejados atrás es exclusivo de China. En otros países en desarrollo, la gente emigra con toda la familia», añadió.