MÉXICO, D.F.- La población indocumentada de Estados Unidos se ha mantenido estable en los cinco últimos años tras más de dos décadas de cambios constantes, indicó un estudio del Pew Research Center.
Un total de 11.3 millones de migrantes sin autorización para permanecer en territorio estadounidense viven en él. Una cifra muy similar a la registrada en 2010.
La reciente estabilidad contrasta con las tendencias del pasado. La población migrante sin documentación creció con celeridad durante la década de los 90 y el principio de los 2000, de un estimado de 3.5 millones en 1990 a una cifra récord de 12.2 millones en 2007.
Posteriormente, durante la gran recesión de 2007-2009, el número descendió, en gran medida por la disminución de la migración desde México.
La causa de la estabilidad es que el número de migrantes indocumentados que llegan a Estados Unidos es prácticamente igual que la suma de los deportados por las autoridades del país, de aquellos que lo abandonan por cuenta propia, de los se regularizan y de aquellos que fallecen.
Según Pew Research, desde 2009 ha habido un incremento de 350 mil migrantes sin autorización cada años, de los cuales unos 100 mil eran mexicanos. Un porcentaje menor que en la época anterior a la recesión estadounidense, donde suponían casi la mitad.
Además, estos migrantes son más propensos a tener hijos en territorio estadounidense. En 2012, el 38 por ciento de ellos vivían junto a sus descendientes, mientras que en el 2000 solo ocurría en el 30 por ciento de los casos.
El año pasado, el Presidente Barack Obama tomó acciones ejecutivas para expandir el antiguo programa migratorio y establecer uno nuevo que otorgaría permiso de trabajo y libraría de la deportación a unos 5 millones de migrantes indocumentados.
Estas acciones -bloqueadas por una denuncia presentada por 26 estados- ofrecería a los ‘dreamers’ y a aquellos padres migrantes con un hijo estadounidense o documentado la residencia permanente, siempre que cumplan ciertos requisitos.