12 diciembre, 2025

12 diciembre, 2025

Confesionario

Enojados por todo…

Confesionario

Algo pasa con el estado de ánimo nacional, bien lo decía el presidente hace unos días cuando le tocó dar la cara a su regreso de Francia y referirse a la fuga de El Chapo Guzmán, eso sí, señaló que con enojarnos no remediamos nada.

Así es mis queridos boes, en eso Enrique Peña Nieto se equivoca, un enojo sin acción de por medio lo único que provoca es gastritis, arrugas, amargura y nada más, no se soluciona nada, si tras la ‘muina’ no llegan las acciones correctivas.

El caso es que el miércoles la ira de los mexicanos volvió a hacer crisis, nos volvió el síntoma de la bipolaridad colectiva cuando la Selección Mexicana de Futbol venció a su similar de Panamá; como haya sido.

Bastaba ver las redes sociales, atender las transmisiones de las televisoras, todas, los programas de análisis posteriores al partido para darnos cuenta de que los mexicanos andamos terriblemente mal en eso del cariño por lo nuestro, en eso de cerrar filas, en eso de hacer patria.

No tengo que repetirlo, porque todos los vimos, un árbitro que salió en una pésima noche marcó como penal una mano que no fue intencional y con el gol que anotó Guardado, México tuvo tiempo para darle la vuelta al marcador que al final quedo 2-1.

Para entonces los mexicanos de las redes sociales, los pseudo periodistas deportivos, la comunidad twitera ya descargaba toda su irá, no contra el árbitro, sino contra los seleccionados nacionales y sobre todo contra el técnico Miguel Herrera.

Cualquier psicólogo, no mexicano claro, habría quedado sorprendido de inmediato ante la reacción en masa de los conectados en ese momento en México.
Nos estábamos castigando al culpar sin juicio de por medio a la selección nacional que no fue la que marcó un penal que no era, estábamos culpando a un tipito como El Piojo de algo que el pobre ni debía ni temía.

Le valió al pueblo tirano y juzgador que a los nacionales les llovieran patadas, insultos, amenazas y hasta mordidas de parte de los de Panamá, evidentemente agraviados por lo que al final marcó su eliminación.

Todos los detractores daban por hecho que El Piojo y los suyos habían comprado al árbitro para que les marcara el penal, supongo que en eso incluía el pago al jugador de Panamá para que se dejara caer sobre el balón y provocara la marcación.

El pueblo tirano exigía a gritos que el jugador Guardado tirara el penal hacia a fuera, que porque eso era lo digno, lo justo.

Para los tiranos de las redes y muchos de las narraciones era aberrante que México calificase a la final de la Copa Oro gracias a un penal que no existió.

Eran esos que aún festejan el gol tramposo, ese, sí, de Diego Armando Maradona en el mundial de Estados Unidos en el que usó la mano y esos tiranos de ayer bautizaron como ‘La Mano de Dios’.

Maradona descaradamente metió un gol con trampa pero para los que ayer renegaban hasta de su nacionalidad mexicana eso no fue más que una jugada extraordinaria del drogadicto argentino.

Intento entender que lo que pasó la noche del miércoles fue uno de los síntomas del hartazgo mal encausado en que nos encontramos los mexicanos, es que el inconsciente colectivo de este país a todo le ve cara de corrupción, a todo le ve cara de transa.

Nos han acostumbrado a que nos mienten, nos engañan, nos transan, a que los servidores públicos son corruptos, a que todo lo que parezca oficial, como la selección de fútbol, tenga entonces que ser un producto igual de chafa, corrupta a la que hay que crucificar.

Cómo quisiera que ese enojo, que ese linchamiento fuera en general para los temas verdaderamente importantes, como las mansiones de millones de dólares sospechosas, los casos de nepotismo, de tráfico de influencias, las violaciones a los derechos humanos, el incremento injustificado a los impuestos, las transas electorales y demás.

Pero además que ese linchamiento en las redes, en los análisis de café, den el siguiente paso y se manifiesten en las urnas, en las calles en forma de manifestación.

Eso, señores, no ocurre, porque parece que nos ocupamos de lo menos importante, de lo frívolo, de lo que las televisoras quieren pues y dejamos a un lado lo que en verdad nos afecta.

Echen un vistazo a Holanda, a ver si hubo siquiera una opinión como la de los miles de mexicanos del miércoles pidiendo crucificar a la selección cuando en Brasil los de la Naranja Mecánica eliminaron a México con un penal que tampoco era, no ocurrió con los argentinos cuando la trampa de Maradona. Nos falta amor propio y objetividad.

El trío de ayer en Madero…

Ayer estuvieron en la misma mesa, miren qué trío: Esdras Romero, Jaime Turrubiates y Humberto Oliva y no creo que andan buscando asociarse para hacer crecer el negocio de las pizzas o para poner un criadero de caballos.

No, el cónclave de los alcaldes y el dirigente de la Sección Uno del Sindicato de Pemex tiene que ver con la grilla política, con la unión de fuerzas, incluso creo con hacerle frente a los aceleres de Guadalupe, Lupe Galván que anda amenazando con querer volver a gobernar Madero, pueblo que no merece tanta saña.

La reunión de ayer dará mucho de que hablar, el frente apenas inicia y creo que el ex se topará con pared.

Comentarios: meliton-garcia@hotmail.com Twitter: @melitong

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