PARÍS, Francia.- El diario New York Post publicó en su portada que la supermodelo brasileña Gisele Bündchen recurrió a una burka para evitar ser reconocida y así poder registrarse en secreto en una clínica de cirugía estética en París.
Gisele se hizo un retoque estético en los senos y en los ojos en la Clinique du Parc Monceau, indica el periódico.
Lo que llamó la atención y habría desvelado la identidad de Bundchen fue la persona que la acompañaba.
El 15 de julio, la modelo, que se retiró recientemente de la pasarelas, fue fotografiada junto a su hermana Rafaela en el Hotel Le Bristol subiendo a un coche conducido por la persona que es su chofer desde hace cinco años.
Un día después, el mismo hombre recogió a las dos mujeres y las trasladó hasta el mismo hotel. Esperó por ellas y luego las trasladó al spa Les Sources de Caudalie, donde, en teoría, Bundchen se recuperó de sus operaciones.
De acuerdo con la publicación, la empresaria gastó cerca de u$s11 mil en las cirugías estéticas. El viernes, Bundchen fue fotografiada junto a Rafaela en el aeropuerto Charles de Gaulle en su camino de regreso a los EEUU.
La madre de dos hijos y esposa de Tom Brady había dicho en varias ocasiones que no iba a recurrir al bisturí.