CIUDAD VICTORIA, Tamaulipas.- Operadores y concesionarios del transporte se preparan para el nuevo esquema de tarifas que aplicarán autoridades, por lo cual las unidades más nuevas cobrarían 10.00 pesos, las aceptables en $9.00 y las que están en malas condiciones, en 8.00 pesos.
La situación tiene en la incertidumbre a los dueños de las unidades, quienes estiman que podría haber rutas que quiebren, otros, consideran que podría haber discriminación de unidades.
Entrevistados, operadores y concesionarios de cinco rutas, coinciden que la Subsecretaría del Transporte no ha tenido un acercamiento para establecer el tabulador que rija la nueva disposición, pero suponen, que se basará en el estado físico de las unidades.
A través de esta fórmula, concesionarios de la ruta 24, “Vegas de Treto – Central”, estiman que la mayoría de sus unidades cobrarán 8 pesos debido a que son antiguas y sufren deficiencias.
Para los concesionarios, las unidades viejitas, de modelo 1989 hasta el 2000, que tienen vidrios rotos, calaveras, y destrozos interiores, que solo cumplen con el trabajo de trasladar de un lugar a otro a los pasajero, están condenadas a cobrar el mínimo de ocho pesos.
“No puedes cobrar más si un microbús se oye como tortillería cuando pasa por calles empedradas, si rechinan las balatas, o si tiene defectos”, dijo Miguel Martínez, uno de los concesionarios.
En el caso de aquellas que se estima están en condiciones aceptables; bien aseadas, pero son de modelos 2000 hasta el 2008, y que ofrecen comodidad serían sujetas a cobrar la tarifa de nueve pesos.
En este tenor, la ruta 2, dijo que la mayoría de sus unidades, que son de modelos 1990 hasta 2010, podrían acceder a las nuevas tarifas, pues aseguraron, todas están muy bien cuidadas.
“Creo que sí alcanzamos la tarifa de 9 pesos, aunque eso dependerá de los tabuladores que pongan las autoridades”.
Todos coinciden que los camiones nuevos, modelos recientes, tendrán el privilegio de la tarifa más alta de 10 pesos.
No obstante, este esquema abre interrogantes entre ellos.
Ramón Hernández Manríquez, secretario del sindicato de Microbuses Verdes, dijo que existe temor debido al impacto que tenga la diferencia de tarifas.
“Existe incertidumbre; quienes manejan vehículos nuevos, modelos recientes, se sienten asediados por el cambio, pues representa el riesgo que los usuarios del transporte esperen las unidades de 8 pesos y no los utilicen”, dijo.
Por otra parte, dijo, que existe también el riesgo de quienes tienen unidades viejitas, que nunca logren salir a flote, y cumplir con las nuevas exigencias del transporte ya que con esas tarifas nunca podrán modernizarse.
“Sabemos que existe disposición de las autoridades esperar a que nos modernicemos, pero muchos no podrán debido al incremento que han sufrido los energéticos; gas, gasolina, impuestos que se disparan por las nubes, y sobre todo, las condiciones de las calles de Victoria, que triplican los costos de operación”.
Agregó que ese es un vicio que se ha creado y que dificultará al máximo, que los concesionarios de unidades antiguas logren modernizarse, pero primero hay que ver los resultados.