10 diciembre, 2025

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No hacen política

Enroque

Pese a que todo indica que el candidato del PRI a gobernador en la sucesión política estatal del 2016 será otra vez un prospecto del centro o del norte de Tamaulipas, no se descarta que, como sucedió en 1969, el elegido del ex invencible para ocupar el cargo de Egidio Torre Cantú sea un priísta del sur.

Y aunque en política no hay nada escrito, el que tiene mayores posibilidades de superar en la recta final del proceso selectivo tricolor a los aspirantes de Matamoros, Marco Antonio Bernal Gutiérrez y Baltasar Hinojosa Ochoa, es el nativo del Mante, Alejandro Guevara Cobos.

La elección de Paloma Guillén Vicente resulta demasiado remota, aunque no es imposible que, como en las competencias y apuestas deportivas, se haga la chica.

Con la precaria votación que la diputada tampiqueña obtuvo en los comicios del 7 de junio y con su padrino político el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en la cuerda floja, a lo más que podría aspirar la nueva legisladora federal es realizar una gestión ejemplar y terminar su carrera de servidora pública con una senaduría.

La coordinación de los nuevos diputados federales tamaulipecos, para la que algunos analistas incluyen también a la hermana del ex subcomandante Marcos, se otorgaría sin lugar a dudas a Édgar Melhem Salinas, en caso de que éste, obviamente, quedara fuera de la contienda por la gubernatura.

Si el elegido fuese el ex coordinador de giras presidenciales, automáticamente subirían los bonos políticos, en el norte del presidente de la junta de coordinación política del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, y en el sur, los del diputado Carlos González Toral. Sin olvidar, por supuesto, los del ex alcalde Pedro Carillo Estrada que se dice que también le trae ganas de disputar por segunda ocasión la presidencia municipal.

La candidata del primer priísta del Estado, sin embargo, sigue siendo la secretaria de Desarrollo Social y Humano del municipio de Altamira, Griselda Carrillo Reyes, quien no desaprovecha ni las vacaciones para promover sus aspiraciones políticas entre los votantes de los sectores populares.

Un detalle que vale la pena destacar en el actual proceso sucesorio, por otra parte, es que, no obstante las nuevas reglas del juego, a la mayoría de los aspirantes del Revolucionario Institucional a puestos de elección popular se les ha olvidado o no saben hacer política. Como en los viejos tiempos, en los que los interesados a este tipo de cargos se sentaban a esperar la llamada que les informaría que habían sido los nominados, los actuales interesados en la alcaldía y diputaciones prefieren esperar a que el alto mando les indique lo que tienen que hacer.

Sólo contados, caso concreto de Ricardo Garza Narváez, observan los protocolos que el librito recomienda, como pedir permiso al líder político de la ciudad para empezar a moverse y luego exponer sus pretensiones a los ex alcaldes, ex dirigentes del partido y a los liderazgos de la estructuras, entre otras actividades exigidas por los cánones priístas.

No se trata de brincarse las trancas, sino de aprovechar los espacios para fortalecer su posicionamiento, tanto al interior como afuera del partido.

Como parte de esa actividad preparatoria, el Administrador de los Panteones Municipales de Tampico se reunió ayer con el colmilludo Roberto González Barba al que dio a conocer su proyecto político y de paso pedirle consejo, así como para recordar los ayeres que no volverán, en los que salió a relucir el nombramiento de promotor de gestión social que el ex dirigente priísta le otorgó al aspirante el 2 de enero de 1991, hace 24 años.

Hablando de otros asuntos, el gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, hizo ayer una visita al presidente Enrique Peña Nieto a la residencia de Los Pinos en la que se dice que el Bronco habría expuesto, entre otros asuntos, el adeudo de 66 mil millones y pico de pesos que el gobernador saliente Rodrigo Medina dejará a su administración.

Pero en tanto así andan las cosas en la sucesión política estatal, el tema que sigue provocando nerviosismo e inquietud es el económico.

Según reporte del Banco de México, en lo que va del 2015 salieron de México 43 mil millones de dólares que fueron transferidos a mercados con tasas de interés y rendimiento más atractivas, como el de los Estado Unidos, salida que, de rebote, contribuyó a la depreciación del peso frente al dólar norteamericano.

Pero no sólo esta fue la mala noticia. La Comisión Económica para América Latina, la CEPAL, pronosticó que el crecimiento económico mexicano será este año del 2.4 por ciento e impactará significativamente al empleo, aunque gracias a las reservas internacionales, que en esos momentos alcanzan los 190 mil millones de dólares, las presiones y los efectos negativos serán menores.

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