MATAMOROS, Tamaulipas.-A uno año de que se puso en marcha un ambicioso programa de importación de vehículos usados, con un descuento del 70 por ciento en los costos de regularización en beneficios de sus propietarios, promovido por el Ayuntamiento y las empresas comercializadoras de esta frontera, que provocaría el florecimiento del comercio, el panorama del sector es desolador, con pérdidas superiores a los 500 millones de pesos, porque las ventas se desplomaron, al grado que muchas quebraron y las pocas que sobreviven, tuvieron que desocupar a muchos trabajadores.
Al cumplirse un año de la puesta en marcha de ese programa, las empresas comercializadoras dejaron de importar alrededor de 12 mil vehículos, por las nuevas barreras que impuso el Servicio de Administración Tributaria (SAT) y en el mismo periodo se estima que se han podido importar solamente unos mil 200 del extranjero.
Antes de agosto del 2014, las empresas comercializadoras venían importando en promedio 250 vehículos por semana, en su mayoría con el apoyo de amparos otorgados por jueces federales, para no sujetarse al anexo 2 del SAT, que establece valores muy altos para los vehículos usados, para el pago de los impuestos.
A ese ritmo, en los doces meses que se cumplieron, las comercializadoras hubieran importado 13 mil vehículos. Sin embargo, no fue posible, por todas las barreras que desde agosto del año pasado empezó a poner el SAT como consecuencia del programa especial de descuentos que se puso en marcha en agosto del 2014, producto de un acuerdo que logró al Ayuntamiento con empresas comercializadoras de automóviles, hasta del 70 por ciento en los costos de regularización.
Al ambicioso programa se sumaron 30 empresas comercializadoras independientes, que no entraron en el convenio con el Ayuntamiento.
Estas empresas adelantaron el programa el 27 de julio del 2014, con resultados extraordinarios, porque en un sólo día presentaron 300 solicitudes de importación.
Sin embargo, el 29 de julio, la administración de la Aduana suspendió la validación de los permisos de importación, bajo el pretexto de no tener sistema para validarlo.
El 30 de julio, la administración de la Aduana tampoco atendió ningún trámite de esas empresas, porque sorpresivamente fueron dadas de baja del padrón de importadores.
El 1 de agosto, cuando comenzó el programa, ninguna empresa pudo validar la importación de automóviles usados, porque la Aduana de Matamoros no aceptó ningún trámite bajo el pretexto de no tener sistema para validar los despachos aduaneros.
A mediados de agosto, las empresas comercializadoras independientes lograron un convenio con empresas similares de Reynosa para hacer sus trámites de importación y lograron importar unos 100 vehículos.
Sin embargo, fue la única operación que hicieron, porque el SAT también decidió cerrar la frontera de Reynosa bajo el mismo pretexto: no tener sistema para validar los despachos aduaneros.
Y después hizo lo mismo a lo largo de toda la frontera, suspendiendo la importación de automóviles usados.
A parir de noviembre del 2014, la administración de la Aduana autorizó la importación de automóviles, pero con un cupo de 25 por día.
Desde enero del 2015, el SAT cambió las reglas del juego y cualquier automóvil para regularizarse tenía que cruzar de Brownsville hacia el Puente Internacional Ignacio Zaragoza, previa presentación de su despacho aduanero.
Ningún auto extranjero en Matamoros podría entrar a la Aduana para su regularización.
También la Aduana decidió no validar ningún despacho aduanero, apoyado con los amparos, lo que provocó que los costos se disparan entre 40 mil y 50 mil pesos por vehículo, dependiendo el modelo.
Ante eso, las importaciones por la Aduana de Matamoros se desplomaron a 40 vehículos por semana, situación que se mantiene hasta el día de hoy.