6 diciembre, 2025

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Crónica urbana

Su Majestad; El árbol

Crónica Urbana

Quien siembra un árbol siembra una vida que la lluvia multiplica en sombra y sol. Un árbol es un amigo tan fiel como el perro que orina a sus raíces. Tan fiel como la pareja de enamorados que marcan sus días de felicidad en su corteza.

Quien siembra un árbol abre la puerta del cielo y puede andar en nubes sobre frondas de luz. Sembrar un árbol es sembrar una vida a flor de tierra, abrir un mar en un mástil, ondear una bandera multicolor.

Los sembradores de árboles van camino a un mundo de pulmones que son veleros de aire puro. Los árboles cambian las nubes, arrojan agua, vigilan, sueñan, son el diseño perfecto del paisaje.

El que destruye a un árbol destruye una vida. Quien tala un árbol es un carnicero del camino. Quien lo orina como los perros lo llena de materias primas.

Los perros son los mejores amigos de los árboles, y a veces, los hombres.

Hombres y mujeres son un árbol perpendicular, horizontal, como si fueran la Diosa Kali girando por la vida.

Siembra un árbol y serás rico, siembra a dos y serás más rico. La siembra de un árbol es una inversión arbolaria que dura toda la vida.

La riqueza de un árbol es palpable para los ojos que miran la belleza del ser humano. Tangible a quienes tienen Fe en la existencia de los seres vivos.

Quien destruye a un árbol cercena un poco de amor. Quien se trepa a un árbol disfruta de la niñez y la juventud. Quien juega en la copa de un árbol se toma una copa de alegría para toda la vida. El árbol cura, el árbol sana, el árbol es doctor, enfermera, perro guardián.

Ser árbol es una oportunidad de vida. Deja crecer a un árbol, cuida al árbol. Los sueños son su fronda de un mañana de frutos, amores y juegos de porvenir en lo verde de su fronda.

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