BRASILIA, Brasil.- Es ex Presidente y actualmente senador de la coalición oficialista, pero eso no ha detenido a Brasil de indagar a Fernando Collor de Mello por corrupción.
Quien fuera Mandatario brasileño entre 1990 y 1992 está bajo investigación desde marzo, junto con otros 47 políticos, por un esquema de corrupción en la paraestatal Petrobras, y ayer la Fiscalía especificó que habría recibido 7 millones 450 mil dólares en sobornos por el caso.
La denuncia en su contra por lavado de dinero y evasión fiscal sería formalizada pronto para iniciar un proceso de desafuero, según el diario local O Globo.
Los más de 7 millones de dólares para Collor de Mello corresponden a moches recibidos entre 2010 y 2014 por contratos con la subsidiaria de Petrobras para la distribución y venta de petróleo y biocombustibles tanto en Brasil como el resto de América Latina.
El senador, por medio de testaferros, usó el dinero para comprar autos de lujo, entre ellos un Porsche, un Ferrari y un Lamborghini que fueron incautados a mediados de julio, indicó la Fiscalía.
«Esta investigación ha sobrepasado todos lo límites de la ley, todos los límites de la constitucionalidad y de la legalidad», acusó Collor de Mello tras los señalamientos.
Señaló que el Fiscal, Rodrigo Janot, sólo está usando la investigación de Petrobras como estrategia para impulsar su reelección en el cargo.
«Son falsas versiones impuestas ante la opinión pública para esterilizar la verdad y esconder las intenciones mediáticas del Procurador de la República», señaló el senador y ex Presidente brasileño.
No es la primera vez que Collor de Mello es acusado de corrupción.
En octubre de 1992, se convirtió en el primer líder latinoamericano en ser hallado culpable en un juicio político debido a que su tesorero cobraba moches.
Presuntamente, Paulo César Farías le daba el dinero a Collor de Mello, quien fue inhabilitado por ocho años.
Regresó a la política brasileña en 2006 como senador por Alagoas; donde también fue acusado de malversación de fondos, aunque la Suprema Corte cerró el caso por falta de evidencia.
La indagatoria por el esquema de sobornos en la paraestatal ya ha puesto a otros líderes contra las cuerdas.
El ex líder del oficialista Partido de los Trabajadores (PT) y ex jefe de gabinete del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, José Dirceu, fue detenido esta semana.
En la mira del Fiscal Janot, asimismo, están los presidentes de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y del Senado, Renan Calheiros.
También ha sido arrestado el ex tesorero del PT, Joao Vaccari. Estaba a cargo de recaudar fondos para muchas de las campañas del partido, incluyendo para la reelección de Dilma Rousseff en 2014, lo que ha despertado críticas de que la Mandataria sabía del esquema de sobornos.
Por ello, la Oposición brasileña ha intentado abrir un caso de juicio político en contra de la misma Rousseff, aunque no ha prosperado.




